Convento de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana en la Calle Madre Rafols
Convento de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana

Convento de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana

La Congregación de Hermanas de la Caridad de Santa Ana fue fundada por Maria Rafols y 12 hermanas de la caridad en 1804, año en el que vinieron desde Barcelona para ayudar a cuidar a los enfermos de la Casa Hospicio (actual edificio Pignatelli).

La orden pasó por diferentes edificios, en la plaza de España, en la del Pilar, en la calle Mayor y en el Coso, hasta 1900, año en el que la Madre Pabla Bescós compró un solar al Oficio del Sindicato de Cordeleros en la calle Madre Ràfols, muy cerca de la calle de Ramón y Cajal.

La calle Madre Ràfols tiene pocos edificios, pero la mayoría forman parte de la historia de la ciudad. El edificio Pignatelli (antigua Casa Hospicio), el que fuera Cuartel de Sangenis de Pontoneros o una de las fachadas del Hospital Provincial son algunos ejemplos.

La primera piedra de este conjunto conventual se puso en 1902 y la capilla se pudo inaugurar en 1906. El arquitecto que lo diseñó fue el zaragozano Julio Bravo,autor de edificios tan destacados como el Museo de Zaragoza o la Antigua Fábrica de Chocolates Orús.

Congregación de Hermanas de la Caridad de Santa Ana

Se trata de una edificación simétrica compuesta por dos alas laterales, nperpendiculares a la calle, que flanquean la iglesia, unidas por detrás por otra transversal, prolongada en un extremo, edificada en ladrillo enlucido.

Parte fundamental del complejo es la iglesia en cuya fachada se usa una estructura simple con un cuerpo central y dos torreones de escasa altura, componiendo así una fachada de referencias románicas, lo mismo que en las laterales del convento en las que los muros se articulan mediante una interpretación de arcuaciones lombardas.

A estas estructuras formales de mayor definición se suman elementos heterogéneos como son los óculos, arcos de medio punto y vanos en arco escarzano (triple en fachada de la iglesia y dobles en cuerpos laterales), chapiteles piramidales, columnas con capiteles, etc.

En general el conjunto es de gran simplicidad, más abigarrado ornamentalmente en el interior, y de una evidente influencia románica en la iglesia. Sin duda la parte más notable del conjunto conventual, que adolece en las naves o cuerpos laterales de un cierto aire fabril.

Sobre la puerta de entrada, de madera con motivos florales propios del Modernismo, se encuentra el órgano, construido por una empresa bilbaína a finales de los años 40. En el lado opuesto está el altar, recubierto con pan de oro por los hermanos Albareda.

Dirección: Calle Madre Ràfols, 13

 

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