Plaza de Aragón en Zaragoza
Plaza de Aragón

Plaza de Aragón

La Plaza de Aragón es una de las principales plazas de la capital aragonesa. Nexo de unión entre el Paseo de la Independencia y la Plaza Paraíso, ha vivido importantes transformaciones en las últimas décadas.

La historia de la Plaza de Aragón podría ser el reflejo del urbanismo de esta ciudad a lo largo de las décadas. Un espacio elegante y cuidado que ha perdido todo su encanto por culpa del mal entendido desarrollismo y de una ciudad que prefería el ladrillo moderno a la belleza de la arquitectura con mayúsculas.

Se trata de una Plaza con forma elíptica, en cuyo centro se puede ver el Monumento al Justicia de Aragón, flanqueado por banderas representando a Zaragoza y a Aragón.

Vista de la Antigua Capitania de Zaragoza desde la Plaza Aragón
Vista de la Antigua Capitania de Zaragoza

En ella también se encuentra el edificio de la Antigua Capitanía General. Las joyas del inmueble son, indudablemente, el espléndido patio central que rodea el palacio y la escalera monumental, que está presidida por la estatua en bronce del general Palafox de Dionisio Lasuén.

Merece la pena recorrer sus salones, adornados con bonitos azulejos y elaborados ornamentos de mármol. Quien se adentra en sus colecciones, tiene la sensación de estar viviendo diversos momentos de la historia española Una de las habitaciones más llamativas es la Sala del Trono o de Recepción.

Varios escritores aragoneses cuentan con bustos que los recuerden en la Plaza Aragón. El primero que se colocó fue el de Mariano de Cavia. Se debe al escultor José Bueno y se inauguró el 3 de julio de 1921, un año después de su muerte, con la presencia de Vicente Blasco Ibáñez.

Monumento dedicado a Mariano de Cavia en la plaza Aragón de Zaragoza
Monumento dedicado a Mariano de Cavia en la Plaza Aragón

El 16 de octubre de 1928, en el lado derecho de la Plaza de Aragón entrando al Paseo, se inauguró el busto de Marcos Zapatael poeta de Ainzón. En este caso el escultor fue Félix Burriel y el discurso lo pronunció el alcalde Miguel Allué Salvador. Pedro Galán Bergua, secretario entonces del Ateneo, leyó un fragmento de El solitario de Yuste, una de las obras más conocidas de Zapata.

Monumento a Marcos Zapata y Mañas en la Plaza de Aragón en Zaragoza
Monumento a Marcos Zapata y Mañas en la Plaza de Aragón

En el mismo lado derecho de la Plaza de Aragón el siguiente en contar con busto fue Fernando Soteras, “Mefisto”. Lo modeló también José Bueno y se descubrió el 18 de junio de 1935 con la asistencia del ministro aragonés Antonio Royo Villanova.

Monumento a Fernando Soteras Mefisto en Plaza Aragon
Monumento a Fernando Soteras Mefisto en Plaza Aragón

Y el 30 de abril de 1944, frente al edificio de Capitanía, se colocó el busto que recuerda a Julio Monreal Ximénez de Embún , obra de Félix Burriel.

Monumento a Julio Monreal y Ximénez de Embún en la Plaza Aragón de Zaragoza
Monumento a Julio Monreal y Ximénez de Embún en la Plaza Aragón

La Plaza de Aragón surgió a comienzos del siglo XIX, al urbanizar la antigua Glorieta de Pignatelli.

Durante los Sitios que sufrió la ciudad de Zaragoza entre junio de 1808 y febrero de 1809, el entorno de la Puerta de Santa Engracia fue duramente castigado.

El extremo sur de la ciudad era una inmensa ruina y sobre ella, Joaquín Asensio, nombrado por el gobierno francés arquitecto municipal, planeó el futuro Paseo de la Independencia.

En 1818 ya se hablaba del Paseo Nuevo de San Francisco, el cual concluía en una nueva Puerta de Santa Engracia que flanqueaba el paso hacia los jardines de la Glorieta que fueron construidos por el arquitecto municipal Nicasio López en 1840.

Estos ajardinamientos exteriores gozaron muy pronto del favor de los zaragozanos y así, en 1851, fueron ampliamente remodelados por los arquitectos municipales José de Yarza y Joaquín Gironza, quienes le dieron la forma ovalada que caracterizará el futuro de la zona.

En 1859, y diseñado por Antonio Palao, se emplazó en el centro de la Glorieta un monumento escultórico en honor a Ramón Pignatelli, artífice de la traída de aguas del Canal Imperial y pasó entonces a denominarse Glorieta de Pignatelli.

monumento a ramon pignatelli en zaragoza
Escultura en honor a Ramón Pignatelli, en la actualidad en el parque que lleva su nombre

En julio de 1861, el arquitecto municipal, José de Yarza, redactó un Plano Geométrico para la ciudad de Zaragoza. Entre las reformas más importantes que recoge el plano destaca la urbanización de la huerta del monasterio de Santa Engracia y de la Glorieta, incorporándola al interior de la ciudad al trasladar la Puerta de Santa Engracia hacia el Sur, casi en línea con el Puente sobre el río Huerva. La nueva puerta se construyó según proyecto del arquitecto Mariano López.

La Plaza de Aragón en 1900
La Glorieta de Pignatelli, actual Plaza de Aragón, hacia 1890. Postal editada por Hauser y Menet. Foto: Archivo Municipal de Zaragoza

En septiembre de 1867, la Real Sociedad Económica de Amigos del País concibió la idea de celebrar una exposición a la manera de aquella que se había celebrado en Londres en 1851, aunque mucho más modesta, dado que la de Zaragoza se planteaba únicamente como Exposición Aragonesa, aunque en ella pudieran participar expositores que vinieran de lugares ajenos a la geografía aragonesa. Se pretendía hacer de ella un escaparate de la producción aragonesa y de la producción de nivel medio que pudiese comercialmente interesar a la región, con el fin de abrir un ancho campo a los productores ofreciéndoles una más amplia recompensa de sus esfuerzos.

"Zaragoza.— Inauguración oficial del concurso, el presidente de la «Sociedad Económica de Amigos del País» pronunciando el discurso de apertura, de Marcelino de Unceta (composición y dibujo del natural, por Marcelino de Unceta)". La Ilustración Española y Americana
«Zaragoza.— Inauguración oficial del concurso, el presidente de la «Sociedad Económica de Amigos del País» pronunciando el discurso de apertura, de Marcelino de Unceta (composición y dibujo del natural, por Marcelino de Unceta)». La Ilustración Española y Americana, Noviembre de 1885

El lugar elegido para celebrar la exposición fue la Glorieta de Pignatelli, actual Plaza de Aragón. Esta elección partía de la necesidad de impulsar el Paseo de la Independencia como eje de la futura expansión de la ciudad hacia el sur. A pesar de que está vía había sido trazada ya a comienzos de siglo, el Paseo progresaba con dificultad y todavía era visto por muchos como un lugar alejado del centro.

La Exposición Aragonesa fue inaugurada el 15 de septiembre de 1868 y clausurada oficialmente a primeros de noviembre, aunque el recinto continuó abierto jueves y domingos para que los expositores pudieran vender sus productos y el jurado pudiese realizar el concurso de premios, premios que se entregaron el 27 de septiembre de 1871, aprovechando la visita a Zaragoza del nuevo rey Amadeo I.

"Zaragoza.— Inauguración de la «Exposición Regional Aragonesa», llegada del Emmo. Sr. Cardenal Benavides al local del concurso (dibujo del natural, por Marcelino de Unceta)". La Ilustración Española y Americana
«Zaragoza — Inauguración de la «Exposición Regional Aragonesa», llegada del Emmo. Sr. Cardenal Benavides al local del concurso (dibujo del natural, por Marcelino de Unceta)». La Ilustración Española y Americana, Noviembre de 1885

Una vez clausurada la Exposición Aragonesa, resultaba obligado ordenar y dar utilidad a los terrenos que ocupaba. El 9 de diciembre de 1873, el gobierno de la República concedió al Ayuntamiento de Zaragoza autorización para enajenar en subasta pública los solares correspondientes al palacio de la exposición y terrenos adyacentes para así paliar la deuda municipal y dar trabajo a los braceros. El proyecto de parcelación de los terrenos de la Exposición Aragonesa fue redactado por el arquitecto municipal, Segundo Díaz, en abril de 1874.

Segundo Díaz propuso convertir la zona en el barrio más bonito de España, añadiendo en la memoria del proyecto, ‘que había que tener en cuenta que en los días festivos, el Salón de la Independencia se llena de gente y para respirar aire puro y huir de la confusión del salón hay que ir a la Glorieta, la cual proporciona buenas condiciones para el paseo’.

Con el inicio de las primeras construcciones se planteó un nuevo problema: la forma en la que se debía conformar la Glorieta. Para dar solución a estos problemas, el arquitecto municipal Ricardo Magdalena redacta un nuevo plano en marzo de 1881, en el que se fijan las ubicaciones de cada uno de los inmuebles a construir dentro del solar.

En noviembre de 1901, el Ayuntamiento de Zaragoza acordó la construcción y colocación de un monumento al Justiciazgo en el centro de la Plaza, a la vez que se determinaba que la estatua de Pignatelli se trasladara al parque que llevaba su nombre junto al Canal Imperial.

Tras la construcción del soporte arquitectónico para el monumento, obra de Félix Navarro Pérez, la figura sedente del Justicia, realizada por Francisco Vidal y Castro, fue trasladada desde el patio de la Diputación Provincial hasta la Plaza el 11 de octubre de 1904, no obstante, ésta quedo cubierta hasta el día 22, fecha en que tuvo lugar la inauguración oficial del monumento al Justiciazgo.

Monumento al Justicia de Aragón en Plaza Aragón de Zaragoza
Monumento al Justiciazgo en el centro de la Plaza de Aragón

Con la construcción del monumento al Justiciazgo en 1904, la antigua Glorieta de Pignatelli cambiaría de nombre, pasando a denominarse Plaza de Aragón. El memorial fue costeado por la Diputación Provincial, el Ayuntamiento de Zaragoza y por suscripción de particulares.

La urbanización de la Plaza Aragón se hizo con una serie de hotelitos en los que la burguesía progresista zaragozana lograba un ideal reservado en otros tiempos a la nobleza, la residencia unifamiliar urbana con jardín.

A comienzos del siglo XX, la Plaza Aragón estaba rodea con una serie de hotelitos en los que vivía la burguesía zaragozana
La Plaza Aragón estaba rodea con una serie de hotelitos en los que vivía la burguesía zaragozana. Foto: Archivo Municipal de Zaragoza

Para la solicitud de la licencia municipal de construcción de obra nueva, únicamente se adjuntan los planos correspondientes a las fachadas. La concesión de dicha licencia quedaba supeditada a la aprobación del proyecto por parte del arquitecto municipal, en este caso Ricardo Magdalena. El control que se establecía sobre estas fachadas tenía como misión velar por el ornato público, procurando que los edificios levantados resultaran adecuados al rango del lugar que ocupaban en la ciudad.

Debemos señalar que la construcción de los hoteles de la Plaza de Aragón corrió a cargo de algunos de los arquitectos de mayor prestigio de la época como Félix Navarro, Fernando de Yarza, o el propio Ricardo Magdalena.

Entre 1978 y 1979, una especulación feroz derribó estos pequeños hoteles de la Plaza de Aragón.

Fueron sustituidos por grandes e impersonales bloques de diez alturas.

También desaparecieron los jardines, transformándose en carriles para vehículos que comunicaban Paraíso e Independencia, y posteriormente, en las vías del tranvía que atraviesa la ciudad uniendo el Actur con los nuevos barrios del sur.

Tan solo se salvaron de los derribos el edificio de Capitanía General, y el edificio situado en el número 12 es el único que se conserva, eso sí, tan transformado, que cuesta adivinar la construcción original bajo la actual.

Edificio en la Plaza Aragón nº 12
Edificio en la Plaza Aragón nº 12

Fue proyectado por Antonio Miranda Fondevila en julio de 1888 y como en el caso de otros edificios que proyectó para la antigua Glorieta, sobre volúmenes sencillos ponía gran énfasis en los elementos ornamentales, logrando así composiciones que funcionaban, que resultaban gratas a la mirada de la burguesía zaragozana, una burguesía moderada, sin demasiado interés por la experimentación y convencida de que el eclecticismo historicista con referencias neorrenacentistas era la clave para una suntuosidad refinada, una burguesía que sería, en última instancia, su público más habitual.

En 1980, gran parte de los edificios que compusieron inicialmente la Plaza de Aragón habían sido demolidos y sustituidos por otros nuevos. Eso mismo se pretendió hacer con éste, no obstante, la Delegación Provincial del Patrimonio Artístico del Ministerio de Cultura se opuso a su derribo y un año más tarde procedió a su catalogación como edificio monumental grado 3 —actualmente, Interés Arquitectónico (A)—.

El prestigioso restaurante Novodabo está situado en los bajos de este edificio.

Interior del hotel del número 12, el único que se conserva, en la antigua Glorieta de Pignatelli
Interior del hotel del número 12, el único de su tipo que ha llegado a nuestros días

Actualmente, la Plaza de Aragón es uno de los lugares más emblemáticos y animados de Zaragoza y cuenta con numerosos bares y restaurantes.

En una de las esquinas de la Plaza se encuentra la General, una de las librerías de cabecera de los zaragozanos a la búsqueda de las últimas novedades literarias, de ámbito nacional e internacional. En sus dos plantas se pueden encontrar referencias bibliográficas de filosofía, historia y ciencias sociales, arte, arquitectura y diseño, arte, cine, fotografía, poesía y artes escénicas, entre otras.

libreria general zaragoza plaza aragon
Interior de la Librería General

Eso (y muchísimo más) es la Plaza de Aragón: un lugar donde es fácil perderse y sentirte dentro de una aventura, una locura y un remanso de paz, todo depende de donde estés y del momento del día.

Plaza de Aragon en Zaragoza con el Paseo Independencia al fondo
La Plaza de Aragon con el Paseo Independencia al fondo

Siempre está llena de gente de todas las edades, por lo que es un gran lugar para experimentar la atmósfera incomparable del centro de Zaragoza.

 

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