No debería ser ningún secreto que el Casco Histórico de Zaragoza se estructura en torno a sus plazas, cada una con su abanico de atractivos.
Escenario de todo tipo de celebraciones (combates, autos de fe, ejecuciones, representaciones teatrales, fiestas, torneos, canonizaciones y proclamaciones, etc.), ha cambiado de nombre hasta en diez ocasiones, dependiendo de las diferentes etapas de la historia de la ciudad.
A la Plaza San Felipe se accede principalmente desde la Calle Alfonso a través de la Calle Torrenueva o por la peatonal Calle Antonio Candalija. También se puede acceder por la Calle del Temple.