La Abadía Holandesa

La Abadía Holandesa, el primer restaurante en Zaragoza dedicado exclusivamente a la gastronomía de los Países Bajos, ya ha abierto sus puertas, y ha capturado la atención tanto de la comunidad local como de los holandeses residentes en la ciudad. Este nuevo establecimiento, ubicado en la calle Mariano Lagasca 23, ha sido inaugurado por el empresario holandés Theo Goes y su esposa zaragozana Susana Domingo, quienes cuentan con una larga trayectoria en el sector hostelero, especialmente en la región del Pirineo aragonés.

Con una cuidada decoración temática holandesa, el restaurante rinde homenaje a personalidades icónicas del país como el pintor Van Gogh, el futbolista Johan Cruyff y el magnate cervecero Alfred Heineken, cuyas imágenes adornan las paredes del local.

En la oferta gastronómica del restaurante, todo viene directamente de los Países Bajos. La Abadía Holandesa se distingue por sus platos típicos, desde costillas de cerdo y de ternasco estilo barbacoa, fideos y brochetas de pollo con salsa de cacahuetes, hasta la famosa salchicha frikandela, servida con mayonesa, kétchup y cebolla.

Los snacks holandeses también ocupan un lugar importante, como las croquetas que son exclusivas de los Países Bajos y no se encuentran en España. Además, se puede disfrutar de una hamburguesa de vaca holandesa, que ha despertado elogios entre los comensales.

Las cervezas holandesas juegan un papel fundamental en este nuevo espacio. Entre las siete marcas disponibles, destacan la internacionalmente conocida Heineken y la La Trappe, una cerveza trapense originaria de la localidad natal de Theo Goes. Además, el restaurante ofrece una cerveza exclusiva marcada con el número 14 y la imagen de Johan Cruyff, un homenaje al futbolista que siempre llevó ese dorsal. El número 14 aparece también en las copas de cerveza, junto con una de sus frases más célebres: «En un momento dado».

Además de los platos y cervezas holandesas, el restaurante también ofrece postres típicos del país, como la tarta de manzana y los populares stroopwafles, unas finas galletas con sirope que, según explica Susana, suelen untarse en helado de vainilla. Todo esto está acompañado de una experiencia digital: los clientes pueden realizar sus pedidos y pagar a través de una plataforma digital, lo que hace que el servicio sea ágil y moderno.

La apertura ha atraído a numerosos curiosos y amantes de la cultura holandesa, posicionando al restaurante como un lugar único en Zaragoza, donde se puede disfrutar de una experiencia culinaria diferente, con sabores auténticamente holandeses y una cuidada selección de cervezas.

Este nuevo establecimiento representa un punto de encuentro para la comunidad holandesa en Zaragoza, pero también un lugar donde los locales pueden descubrir una gastronomía poco conocida en España, disfrutando de productos que son traídos exclusivamente desde los Países Bajos.

Dirección: Calle de Mariano Lagasca, 23
Horario: Todos los días desde las 8:00 hasta poco antes de la medianoche.

 

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