La Prendería: mobiliario y elementos de decoración de estilo retro

Quienes saben de algo tan abstracto como son las modas y las tendencias manifiestan que el vintage está en las últimas.

Sin embargo en Zaragoza, los objetos recuperados y de segunda mano viven una época dorada y al igual que otras modas, que han ido perdurando a lo largo del tiempo, el vintage ha venido para quedarse.

La esencia del vintage, esa atracción por la estética de nuestro pasado más reciente, vive en Zaragoza un momento dulce desde el punto de vista de la decoración, con la reciente apertura de varios establecimientos que nos proponen ambientes acogedores y coquetos.

Sus propuestas son muy variadas, desde una cafetería como el Botánico a un restaurante como el Ric 27, pasando por la frutería La Zarzamora, el Bar el Ensanche o la Sojatería.

Uno de los pioneros en el vintage es Jorge Espa, que hace 18 años decidió dejar su profesión de veterinario para dedicarse a hacer lo que más le gustaba, vender objetos, muebles y caprichos de los 60 y 70.

Desde su tienda La Prendería (calle el Coso 196) reivindica su papel pionero en el mobiliario y la decoración vintage y second hand en Zaragoza.

¿Cuando decidiste dedicarte profesionalmente al vintage?

Comencé con un amigo en los años 90, en un piso situado justo encima de Bodegas Almau, comprábamos muebles y objetos diferentes, los restaurábamos y los vendíamos. También solía viajar a París y comprar muebles de los 60, 70 y 80, muy del estilo que ahora se conoce como vintage.

¿Que tenias en mente cuando abriste La Prendería?

Mi objetivo con mi tienda y con todos los objetos que vendo es que gusten. Busco cosas que me interesen, desde muebles a sillas industriales, lámparas, esculturas, jarrones o anuncios antiguos.

Lleváis 18 años con el vintage ¿cómo está siendo la experiencia hasta ahora?

Como todo en esta vida, con altibajos. Cuando empecé, las antigüedades estaban pasadas de moda y era difícil que la gente comprara mobiliario retro. Luego fué para arriba y en su momento más dulce, llegó la crisis. Ahora hay una calma tensa, que esperemos se resuelva lo antes posible.