El Museo Goya de Fundación Ibercaja ha incorporado 7 nuevos Goyas a su colección permanente. Se trata de la única serie completa y conservada de escenas de ‘Juegos de niños’ pintadas por Francisco de Goya: ‘Niños jugando al toro’, ‘Niños buscando nidos’, ‘Niños jugando a saltar’, ‘Niños jugando a soldados’, ‘Niños peleándose por castañas’ y ‘Niños jugando al balancín’. Además, se ha sumado a la colección el retrato en miniatura de ‘Joven caballero con frac azul’.
Tras la incorporación de los nuevos cuadros, el museo de la calle Espoz y Mina de Zaragoza exhibe un total de 32 obras de Goya, junto con las series completas de grabados realizados entre 1778 y 1825. ‘Ya somos el segundo espacio con más obras del genio aragonés, solo por detrás del Museo del Prado’, ha destacado este lunes en la presentación el director general de la Fundacion Ibercaja, José Luis Rodrigo.
Las escenas de ‘Juegos de niños’ fueron pintadas por Goya entre 1775 y 1785 y, antes de pasar a formar parte de la colección del Museo Goya, se han expuesto en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y en Milán.
Los seis óleos, en perfecto estado de conservación, están protagonizados por niños de entre 2 y 13 años. Goya los representó jugando, saltando, peleando o toreando, con disfraces que simulan los uniformes de los soldados, gorros de papel o armas hechas con cañas.
Tres de las escenas están ambientadas en España, concretamente en espacios urbanos y de las afueras de Madrid (‘Niños jugando a saltar’), en pueblos de Castilla (‘Niños jugando a soldados’) y también en espacios recreados sobre sus recuerdos de infancia en Zaragoza (‘Niños jugando al toro’).
Las otras tres obras de niños, jugando al balancín, peleándose por castañas y buscando nidos, tienen como fondo ambiental las ruinas clásicas de Roma. La gama de colores utilizada por Goya es la habitual de la época, con tonos blanco-agrisados, ocres y amarillentos, verdes y azules oscuros, rojos y rosáceos.
Tal y como ha explicado José Luis Rodrigo, uno de los objetivos de Goya en esta serie fue visibilizar la despreocupación existente hacia la educación de los niños humildes y pobres, la mayoría de ellos analfabetos, por lo que se trata de unas escenas ‘cargadas de intencionalidad a pesar del aparente tono divertido y alegre’.
Por su parte, el retrato ‘Joven caballero con frac azul’ fue pintado hacia 1803. Es una obra inédita y con una técnica y soporte poco frecuentes dentro de la actividad de Goya como retratista: pintado a ‘gouache’ sobre lámina de marfil. La identidad del caballero se desconoce puesto que no aparece ningún tipo de información en el reverso.
Todos estos nuevos Goyas ya se pueden contemplar en el museo de la calle Espoz y Mina, que hasta el 22 de septiembre acoge la exposición temporal ‘En el mar de Sorolla con Manuel Vicent’. La muestra reúne algunas de las obras más emblemáticas del pintor valenciano.