La tradición de la Tronca de Navidad es una de las costumbres más entrañables de las fiestas, especialmente en Aragón y las zonas del Pirineo oscense. Este antiguo rito navideño, lleno de simbolismo y magia, conecta a las familias con una forma de celebrar que pone el foco en el hogar y la unión.
La tronca o tizón de Navidad, también conocida como toza, corniza o zota según la región, consistía en seleccionar un tronco de leña de gran tamaño y características especiales. Si el tronco tenía oquedades, mejor, aunque también podían hacerse manualmente. Este tronco se colocaba junto al fuego, cubierto con una manta para “protegerlo” y ocultar los secretos que guardaba en su interior.
El día de Nochebuena, tras una bendición tradicional, los niños participaban en un curioso ritual. Golpeaban la tronca con un palo mientras recitaban frases como: «Buen tizón, buena brasa, Dios bendiga a todos los miembros de esta casa.» Esto hacía que la tronca “cagara” dulces, frutos secos, monedas o pequeños regalos que los adultos habían escondido previamente. Este momento era uno de los más esperados por los más pequeños, lleno de risas, emoción y magia.
Después, la tronca se echaba al fuego. Su función no terminaba ahí, ya que las cenizas se recogían con cuidado para esparcirlas sobre los campos, creyendo que tenían propiedades fertilizantes capaces de garantizar buenas cosechas.
A lo largo de los años, esta tradición ha experimentado cambios. La llegada de nuevas costumbres navideñas y la desaparición de las chimeneas de muchos hogares han hecho que la tronca de Navidad sea menos habitual. Sin embargo, sigue siendo celebrada por algunas familias y promovida por asociaciones culturales que desean conservar este legado único.
Hoy en día, la tronca sigue siendo un símbolo de la magia navideña, especialmente para los más pequeños. Su ritual conecta generaciones, transmitiendo valores de gratitud, alegría y esperanza en el inicio de un nuevo ciclo.
¿Has participado alguna vez en esta tradición tan especial? ¡Cuéntanos cómo lo viviste y qué regalos te trajo tu tronca de Navidad!