Benasque es un encantador pueblo situado en el corazón del Pirineo aragonés. Está profundamente vinculado con los orígenes del Condado de la Ribagorza, uno de los pilares fundacionales de lo que más tarde sería Aragón. Este vínculo histórico se refleja en su arquitectura y patrimonio, con edificios notables como el Palacio de los Condes de Ribagorza, una construcción renacentista que ha servido diversos propósitos a lo largo de los siglos: desde residencia noble hasta cuartel militar y aduana. Hoy en día, el palacio funciona como un centro cultural con una variada programación de eventos.
Otro punto de interés en Benasque es la Casa Juste, una impresionante torre de piedra de 18 metros de altura construida en el siglo XVI. Además, el patrimonio religioso de la localidad se centra en la iglesia de Santa María la Mayor, situada en la plaza del Ayuntamiento. Aunque las partes más antiguas de esta iglesia datan del siglo XI, ha sido reconstruida casi en su totalidad tras sufrir importantes daños durante incendios y la Guerra Civil.
La belleza de Benasque no se limita a su patrimonio histórico; todo el conjunto del pueblo merece un paseo tranquilo para admirar su bien conservada arquitectura y los numerosos detalles que adornan sus calles empedradas. Además, una visita a la cercana localidad de Anciles, perteneciente al mismo municipio, es altamente recomendable. A tan solo media hora de caminata, Anciles destaca por su excelente estado de conservación y su encanto rural.
Los amantes del esquí y la alta montaña encuentran en Benasque un paraíso invernal. La estación de esquí de Aramón Cerler, con 68 pistas de diferentes niveles, es uno de los principales atractivos del valle durante el invierno. Además, el cercano Llanos del Hospital ofrece un magnífico circuito para el esquí de fondo y es un punto de partida ideal para excursiones de alta montaña.
Pero Benasque es mucho más que un destino de invierno. Durante el resto del año, el valle se convierte en un escenario perfecto para una amplia gama de actividades al aire libre. El Parque Natural Posets-Maladeta, que rodea la localidad, ofrece oportunidades inigualables para el senderismo, con rutas tan impresionantes como la que lleva a los ibones de Batiselles o el Forau de Aigualluts, desde donde se puede disfrutar de vistas espectaculares del Aneto, el pico más alto de los Pirineos.
Además del senderismo, el valle de Benasque es un lugar ideal para el cicloturismo y la BTT, con rutas que recorren la baja y media montaña. Los entusiastas de los deportes de aventura también pueden disfrutar de actividades como el alpinismo, la escalada, el barranquismo, el rafting, el piragüismo, el parapente, los paseos a caballo, la caza, la pesca e incluso el golf. En definitiva, Benasque ofrece un sinfín de posibilidades para quienes desean disfrutar de la naturaleza mientras practican deporte.
Para aquellos interesados en la ciencia y el conocimiento, el Centro de Ciencias Pedro Pascual en Benasque es una visita obligada. Este centro, inaugurado hace unos años, combina la actividad científica con visitas guiadas que permiten a los visitantes descubrir este fascinante lugar.
Y, por supuesto, después de un día lleno de actividades, nada mejor que relajarse en uno de los muchos establecimientos hoteleros y de restauración de la zona. Benasque es conocido también por su excelente gastronomía, lo que añade otro motivo para visitar esta encantadora localidad del Pirineo.