Charlamos con Jorge Cuadri, impulsor y profesor de ZaraSwing
Charlamos con Jorge Cuadri, impulsor y profesor de ZaraSwing

Charlamos con Jorge Cuadri, impulsor y profesor de Zaraswing

Impulsor y profesor de Zaraswing, una de las escuelas de baile especializadas en los diferentes estilos de swing de más éxito en Zaragoza, que actualmente cuenta con varios cientos de alumnos. Jorge Cuadri trabajaba como Ingeniero de Telecomunicaciones cuando empezó a dar clases de swing con unos amigos. Hoy el baile se ha transformado en el centro de su vida y en su trabajo a tiempo completo.

Háblanos de ti

Me llamo Jorge Cuadri, y soy de Sevilla. Tengo 40 añitos, y vivo desde hace 6 en Zaragoza. Soy un poco trotamundos: además de en Sevilla, he vivido 6 años en Núremberg (Alemania), otros 6 en Málaga, y también menos tiempo en otras ciudades como Göteborg (Suecia) y Florencia (Italia).

Estudié la carrera de Ingeniería de Telecomunicación en Sevilla, y ejercí la profesión durante 10 años, trabajando en empresas como Ericsson y Siemens, entre otras.

¿Cuáles fueron tus primeros pinitos con el swing?

Empecé a interesarme por la música swing a través de las canciones de Frank Sinatra, que me encanta. Además, como buen sevillano, bailo sevillanas, pero era lo único que había bailado, y me empecé a dar cuenta de que bailar me gustaba mucho. Así que un día vi a un grupo de locos que se hacían llamar Zaraswing bailando en la calle, yo recién llegado a Zaragoza, y pensé: anda, si esta música también se puede bailar.

Y así se unieron las piezas en mi cabeza, que me dieron la pista de que bailar esto me haría feliz. Empecé a asistir a clases, a fiestas y bailes sociales, y rápidamente a festivales y workshops dentro y fuera de Zaragoza, y así me fui enganchando cada vez más a esto.

¿Qué es Zaraswing? 

Zaraswing es un proyecto fundado en 2011 por Marta Montserrat y David Manero, barcelonesa ella y zaragozano él, bailarines formados en la potente escena de Barcelona, pionera en los bailes de swing en España desde finales de los 90. Ambos vinieron a vivir a Zaragoza, y ambos empezaron a echar de menos el poder ir a bailar como hacían en Barcelona. Así que decidieron formar una comunidad de aficionados a estos bailes en nuestra ciudad, básicamente para tener con quién bailar.

Se juntaban en el Café Dublín, en la planta de abajo, y enseñaban a sus sufridos amigos y familiares a dar sus primeros pasos de Lindy Hop, el baile de pareja más característico de la música swing. Poco a poco se fue corriendo la voz, y las clases de iniciación de los lunes en el Café Dublín empezaron a consolidarse como el referente que son a día de hoy de este mundillo en la ciudad. Así, cada vez más gente tomó contacto con esta música, estos bailes y esta cultura tan divertida y energizante.

clase de swing en zaragoza en zaraswing

Al ver el interés que se iba despertando en el público, Marta y David decidieron empezar a organizar grupos de clases regulares semanales, empezando en las instalaciones de La Ventana Cultural, donde se forjó el núcleo de la escena de bailes de swing de Zaragoza, que perdura hasta el día de hoy.

Yo empecé a recibir clases a finales de 2013 en La Ventana Cultural, y cada vez le fui metiendo más horas, asistiendo a otras clases de niveles que yo ya había hecho, de apoyo, a todos los eventos de baile social que podía, y a festivales fuera de Zaragoza.

Estaba súper enganchado y no se me daba mal del todo, así que un buen día, cuando llevaba unos dos años bailando, David me pidió que lo sustituyera en clase un día. Lo flipé muchísimo con la oportunidad, disfruté tremendamente dando la clase con Marta Montserrat, que lo hace todo fácil, y cuando salí, tenía tal nivel de subidón que me tuve que sentar en un banco a mirar al Ebro un rato para asentar y asimilar lo a gusto que había estado. Suena un poco místico pero fue así. La verdad es que fue un rato muy chulo para mí.

¿Cuándo decidiste apostar por un proyecto como Zaraswing?

De siempre me había gustado la docencia, y decían que se me daba bien. Hasta que sustituí a David aquella vez, había dado clases de inglés, italiano, alemán, álgebra, cálculo… Y las disfrutaba mucho. Pero ese día me di cuenta de que enseñar estos bailes me hacía feliz a un nivel superior aún. Y entonces es cuando empezó a tomar cuerpo en mi cabeza la idea de que podría intentar ganarme la vida, o al menos parte de ella, haciendo esto.

Clase de Zaraswing en Las Armas
Clase de Zaraswing en Las Armas

¿Qué tiene el swing que no tienen otros bailes?

Soy tremendamente respetuoso con otros bailes, porque yo los únicos que conozco con relativo detalle son los del swing, así que no te sé decir qué no tienen otros bailes. Lo que sí te puedo decir es lo que tienen los bailes de swing. Los bailes de swing son dinámicos, divertidos y muy sociales. Sociales en el sentido de que cobran sentido en compañía.

Puedes ver a un bailarín bailando solo, pero realmente está acompañado por todos los músicos de la banda, con los que está interactuando como si fuera un músico más. Y si ves a varios bailarines bailando individualmente, la interacción es mucho más obvia: se inspiran, se siguen, se marcan diálogos unos con otros… En el baile de pareja la interacción social es aún más fuerte: son dos personas que están creando algo al 50% cada uno, enganchados ambos a un factor central que es la música.

Además, el mundo de la música swing tiene un contenido cultural e histórico completísimo e interesantísimo. El contexto histórico en el que se desarrolla esta cultura a finales de los años 20, teniendo como epicentro el barrio neoyorquino de Harlem, es apasionante. La historia del swing está repleta de historias de segregación racial, de pobreza, de superación, de orígenes humildes y proyecciones fulgurantes, de luces y de sombras. Pero sobre todo, la cultura del swing está fuertemente impregnada de optimismo, alegría, y espíritu combativo y de superación.

¿La escena del swing zaragozana es una moda pasajera?

No. Ni en Zaragoza ni en el resto del mundo. El swing es una cultura que cumple 100 años. Y sólo hay que mirar nuestros eventos para ver lo bien que se conserva. Durará muchos más.

¿Cuál es vuestro público?

Nuestro público es de amplio espectro, si bien hay una ligera mayoría de mujeres. El rango de edades de nuestros alumnos va desde los 18 a los 60 años. La media estará ahora mismo en torno a 30-35 años.

Uno de los objetivos que nos hemos planteado para este año es llegar a gente más joven: que descubran antes lo divertido, interesante y enriquecedor que es todo esto del swing. Y no porque nos parezca un problema que ahora mismo seamos más bien maduritos los que bailamos, sino porque yo, por ejemplo, que empecé a bailar con 34, daría lo que fuera por haber empezado con 15. Y mi ilusión personal es hacerle ese regalo a cuantos más chavales mejor.

El local de la academia de baile Zaraswing en la calle Madre Sacramento 26
La academia de baile Zaraswing en la calle Madre Sacramento 26

¿Utilizáis mucho las redes sociales para comunicaros con vuestro público?

Utilizamos Facebook, Instagram y Twitter casi exclusivamente para comunicarnos con nuestra gente. Además, usamos cada vez más el email, y las newsletter.

¿Al swing se llega desde otras disciplinas de baile o la mayoría de sus alumnos son neófitos?

La mayoría son neófitos.

¿Dónde podemos encontraros?

Tenemos una academia preciosa que inauguramos en Septiembre de 2018 en la calle Madre Sacramento, 26, junto Puerta del Carmen. Como se suele decir, ahí tenéis vuestra casa. Además, también damos clases en el C.D.M. Palafox (Calle Mayoral, 10) y en Las Armas (Plaza Mariano de Cavia, 2). Y todos los lunes estamos en el Café Dublín, donde a las 20:30h hacemos una clase de iniciación gratuita de Lindy Hop o de Solo Jazz abierta a todo a aquel que quiera probar.

¿Qué horarios y clases tenéis programadas para los próximos meses?

Tenemos un montón de turnos y niveles de Lindy Hop (el baile de pareja de la música swing), Solo Jazz (el baile individual) y de Swing Kids (baile de swing para niños). Podéis encontrarlos todos muy bien resumidos en nuestra web.

¿Cómo estructuráis las clases?

La mayoría de nuestros cursos son de una hora a la semana, y los niveles se estructuran en trimestres de 10 clases de duración. También hacemos talleres puntuales de un día y cursos ocasionales de distintas duraciones.

¿Es necesario empezar con una clase, o se puede empezar aprendiendo de otros en las quedadas?

Como en cualquier otra disciplina o materia, sin duda que yo recomendaría empezar por ir a clase, e inmediatamente empezar a ir a los bailes sociales para practicar lo que se aprende en clase, y empezar a saborear el baile social, que es el hábitat natural de estos bailes.

equipo de la academa de baile zaraswing
El equipo de profesores de Zaraswing

¿Y es necesario tener una pareja de baila para aventurarse en el swing?

No. Se puede empezar bailando solo jazz, que es un baile individual para el que no hace falta pareja. También se puede uno apuntar sin pareja a los cursos de Lindy Hop (el baile de pareja), y nosotros nos encargamos de ir equilibrando el grupo en la proporción de personas que quieran hacer el rol de leader o el de follower (los dos roles de la pareja que baila Lindy Hop).

Por la naturaleza intrínsecamente social, de improvisación y comunicación del Lindy Hop, en clase se cambia de pareja continuamente (nosotros le llamamos “rotar”), así que no es que se te asigne una pareja y vayas a bailar siempre con ella. Lo que sí hacemos es procurar que el número de personas que bailan de leader y de follower esté equilibrado, de forma que todos bailen el máximo tiempo posible en la clase.

¿Por qué se anima la gente con un baile de los años 20?

Porque es un baile que surgió a finales de los años 20, pero también es un baile del siglo XXI, como se puede comprobar en todos y cada uno de nuestros eventos.

¿Hay algún requisito físico para poder bailar o es apto para todos los públicos?

Ninguno en absoluto. Es apto para todo aquel que quiera divertirse, que ame la música, y que quiera desinhibirse un poco.

¿Qué acogida ha tenido Zaraswing en nuestra ciudad?

Muy buena. Desde su fundación allá por 2011 calculamos que más de 2000 personas han pasado por nuestras aulas. Ahora mismo tenemos una media de en torno a 300 alumnos cada trimestre, y es un número que no deja de crecer. Sin duda, Zaragoza tiene swing.

¿Cómo encaráis el futuro? ¿Sois optimistas?

Somos optimistas y estamos llenos de ganas de seguir difundiendo estos bailes, esta música y esta cultura que tan felices nos hace, y que sabemos que hace felices a todos los que lo prueban.

 

También te puede interesar:

Entrevistas