En la localidad oscense de Villanúa, en el corazón del valle del Aragón, se encuentra la Cueva de las Güixas (las brujas).
Desde la última era glaciar, hace veinticinco o treinta mil años, el agua ha creado, gota a gota, uno de los paisajes espeleológicos más bellos del Pirineo aragonés.
Hombres y mujeres se refugiaron aquí desde el Neolítico, pero además, estas cuevas han sido también calabozo, refugio de soldados y, según narran las leyendas del lugar, escenario de aquelarres y ritos demoníacos… Un agujero o ‘chimenea’ permite ver el cielo, las estrellas y la luna desde el interior.
Se hacen visitas guiadas durante todo el año ¡No te las pierdas!
Formar parte de una expedición bajo tierra es inquietante y deambular entre formaciones rocosas de figuras fantásticas desarrollará la imaginación de grandes y pequeños. Como aliciente añadido, los guías ambientan la visita con historias y leyendas relacionadas con estas cavidades haciendo así la experiencia aún más interesante.