Illueca, una localidad aragonesa en la Comarca del Aranda, es conocida por su monumento más destacado: el Castillo-Palacio del Papa Luna, una imponente edificación que domina el paisaje desde lo alto. Este castillo no solo es relevante por su arquitectura, sino también por su significado histórico, ya que fue el lugar de nacimiento de Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor, quien más tarde sería conocido como el Papa Luna, o Benedicto XIII.
El Castillo de Illueca comenzó a construirse en el siglo XIV y ha sufrido numerosas transformaciones a lo largo de los siglos. Originalmente más austero, en consonancia con la fortificación medieval típica de la época, el edificio ha sido modificado con elementos de estilos renacentista y barroco que se pueden observar hoy en día. Su estructura actual es resultado de estas múltiples reformas, que reflejan la evolución de las modas arquitectónicas y el poder de la familia Luna, un linaje aristocrático muy influyente en Aragón durante varios siglos.
El palacio es notable por sus detalles artísticos, como las yeserías barroco-mudéjares que decoran sus paredes y los valiosos artesonados que adornan techos, como el del Salón Dorado, también conocido como Salón del Protocolo. Este salón destaca por su espectacular techo de madera, decorado con escudos de la familia Luna y un friso ornamentado que añade aún más lujo a la estancia. La habitación donde nació el Papa Luna, ubicada en la segunda planta del palacio, conserva arcos de yeso y un techo de madera que originalmente estaba pintado, evocando el encanto medieval del lugar.
Pedro Martínez de Luna, quien nació en 1328 en este palacio, es una figura histórica fascinante. Su papado, bajo el nombre de Benedicto XIII, es conocido por el Cisma de Occidente, un período de divisiones internas dentro de la Iglesia Católica. Aunque fue depuesto como Papa, el Papa Luna se mantuvo firme en su legitimidad hasta su muerte en 1423 en Peñíscola. Tras su fallecimiento, sus restos fueron trasladados de nuevo a Illueca, donde permanecieron hasta el siglo XVIII, cuando fueron profanados durante la Guerra de Sucesión.
El cráneo, recuperado posteriormente, fue guardado en Sabiñán y, después de ser robado y recuperado, aún se encuentra allí. Este evento ha creado un vínculo especial entre Illueca y Sabiñán, convirtiéndose ambos en destinos de interés para los visitantes que desean explorar la historia del Papa Luna.
Hoy en día, el Castillo-Palacio del Papa Luna no solo se presenta como un monumento de interés histórico, sino también como un destino turístico activo. Ofrece visitas guiadas donde los turistas pueden descubrir las historias y secretos del lugar, incluyendo la impresionante escalera barroca y la capilla renacentista.
Además, el castillo alberga la sede oficial de la Comarca del Aranda y una hospedería que forma parte de la Red de Hospederías de Aragón, brindando a los visitantes una experiencia única de alojamiento en un entorno histórico.