El color azul que impregna el Museo Goya con la selección de 40 obras de la Colección Abelló es un viaje a través de cinco siglos de arte del que ya han disfrutado cerca de 30.000 personas en tan solo cuatro meses, desde su inauguración a comienzos de octubre.
Fundación Ibercaja pone el broche final a esta muestra con la incorporación de ‘El Santón’ de Joaquín Sorolla, que se suma a las obras de grandes genios de la pintura como Francisco de Goya, Camille Pissarro, Edgar Degas, Paul Gauguin, Juan Gris, Pablo Picasso, Joan Miró o Andy Warhol.
La muestra y esta nueva pintura, que pueden visitarse hasta el próximo 29 de enero en el Museo Goya, son una oportunidad única para conocer una de las colecciones privadas más importantes a nivel internacional, exhibida por primera vez en Zaragoza y que permite conocer la historia del arte del siglo XV al XX, a través de una gran variedad de estilos y géneros con el color azul como hilo conductor.
‘El Santón’ es una acuarela sobre papel firmada por Joaquín Sorolla en el año 1898 que se exhibe por primera vez al público. Se trata además de una obra inédita por lo inhabitual del tema dentro de su producción, la pintura orientalista, y de la técnica usada por el pintor valenciano, la acuarela.
La extraordinaria calidad de la obra se puede apreciar en la manera única de Sorolla de captar las texturas de las paredes y de los coloridos tejidos. Se trata de una escena donde aparecen tres hombres que escuchan a un anciano que encarna la figura de un místico. Enmarcada dentro de la pintura orientalista, fue creada por Sorolla con el fin de exponerse en Argentina, donde contaba con grandes admiradores y coleccionistas, y que ahora, puede contemplarse de manera exclusiva en el Museo Goya de Fundación Ibercaja.
El recorrido a través de la exposición se caracteriza por el amplio marco temporal que abarcan las obras y también por la variedad de temas, géneros y estilos de los grandes maestros que las firman. El color azul es el hilo que conecta todas las pinturas de esta cuidada selección, donde aparece como protagonista o de manera anecdótica, pero siempre con una gran importancia de su simbología.
El azul abarca tantos significados como obras se exponen en la muestra. En algunos casos, utilizado para profundizar en la propia obra y otras, para mostrarnos la realidad interna y personal de sus autores; para Pablo Picasso fue el color con el que mostró su desesperación, su tristeza y melancolía, representado en ‘Les saltimbanques’. Sin embargo, Joan Miró utilizó el azul de la forma contraria, para representar sus sueños.
La religión está presente en la muestra como representación de la eternidad y el carácter divino. Muestra de ello es la tabla ‘La Virgen con el niño’, del aragonés Maestro de Morata, donde destaca la importante presencia del color azul, que hasta el siglo XIX denotaba distinción, ya que para conseguir este color se necesitaba una piedra preciosa, el lapislázuli, lo que suponía un elevado coste.
Las escenas sociales y los paisajes tienen un papel importante también en la muestra y como no podía ser de otra forma, el maestro Francisco de Goya está presente con la obra ‘La cucaña’, donde muestra esta tradicional y típica escena campestre. Esta perspectiva social está también representada, siendo el azul el eje central de composiciones como ‘El Minuet’, de Giovanni Domenico Tiepolo o ‘Travailleurs des Champs’, de Camille Pissarro, uno de los máximos representantes del impresionismo. En esta línea, la muestra también cuenta con referencias al azul del mar y su luz, con cuadros como ‘Niño en la playa. Sol poniente’, de Joaquín Sorolla.