En la calle Doctor Cerrada de Zaragoza, se alza el Alice Kyteler, una taberna irlandesa que lleva 25 años siendo un referente en la ciudad. Aunque anteriormente en este mismo lugar se encontraba el mítico bar Acuarela, popular en los años 80 y 90, llegó un momento en el que se decidió dar un giro completo al concepto para adaptarse a nuevos tiempos.
La transformación dio lugar a una de las primeras tabernas irlandesas de Zaragoza. Aunque ya existían locales como el Bull McCabe’s o el Morrissey, el Alice Kyteler se distinguió rápidamente por su encanto atemporal. Inspirado en los pubs tradicionales de Irlanda, este local ha conseguido mantener su esencia con el paso de los años, combinando renovaciones puntuales con el envejecimiento natural que da carácter a este tipo de espacios.
El nombre del pub tiene una conexión directa con la historia medieval irlandesa. Alice Kyteler, una rica noble del siglo XIII, fue acusada de brujería tras la misteriosa muerte de sus cuatro maridos. Aunque logró escapar, su doncella, Petronilla de Meath, no corrió la misma suerte y fue quemada en la hoguera en 1324. Este dramático relato, que se encuentra entre los primeros casos documentados de condenas por brujería en Europa, inspiró al dueño del local a bautizarlo como un homenaje a esta intrigante figura histórica.
El espíritu de Kyteler impregna cada rincón del pub, desde los detalles decorativos hasta el número de lotería que venden, 01280, que representa el año de nacimiento de esta figura histórica. El bar también lleva el subtítulo de “ecléctico bar”, reflejando la diversidad de estilos y propuestas que ofrece, desde la música, que abarca desde clásicos hasta rock moderno, hasta la amplia selección de cervezas, whiskys y ginebras.
El Alice Kyteler no solo destaca por su estética cálida y acogedora, con paredes revestidas de madera, luz tenue y una hoguera que aporta un toque tradicional, sino también por las anécdotas y personajes que han pasado por allí. Desde músicos como Juan Aguirre, de Amaral, que incluso se animó a tocar en directo, hasta cineastas como Gaizka Urresti, quien tiene un rincón dedicado en el local. Periodistas, políticos, deportistas y artistas han encontrado en este pub un lugar para relajarse y disfrutar de su atmósfera única.
El local no solo se limita a su nombre actual, ya que también comparte historia con otro bar icónico de Zaragoza, el Jane Birkin, abierto por el mismo propietario.
Dirección: Calle Doctor Cerrada, 25