El restaurante Amaru abrió sus puertas recientemente en la calle Mefisto de Zaragoza, en el antiguo local del restaurante Punto Gastronómico.
Amaru es un nombre que en quechua significa «cabeza de llama, cuerpo de serpiente y alas de águila», pero también evoca un apellido vasco, y remite tanto al mar como al amor. Los impulsores del proyecto, Adam Val en cocina y Solange Bardales en sala, eligieron este nombre porque les gustaba mucho, y con él decidieron comenzar una nueva etapa.
Además de cambiar de nombre, el formato gastronómico también ha cambiado. El antiguo concepto, que fusionaba la gastronomía peruana, nikkei y de diferentes partes del mundo, ha dado paso a una propuesta más enfocada en el Mediterráneo, aunque sin abandonar las recetas peruanas que tanto le apasionan a Adam. Se mantienen platos como ceviche, uno de los mejores de Zaragoza, tiradito de aceite de oliva, lomo saltado y patacón, una clara herencia del proyecto anterior.
Amaru se presenta ahora con una visión más amplia: se puede disfrutar de la experiencia desde el desayuno hasta la copa de la noche. Solange comenta: «Queremos que la gente venga a Amaru y viva una experiencia desde el desayuno hasta la copa de la noche«. Para ello, han prestado especial atención a las primeras horas del día, con propuestas como bikinis, tostadas con aguacate a la brasa, huevos benedictinos y molletes. Adam Val también deja su huella con algunos bocados únicos, como panceta a baja temperatura con chalaca o molletes de oreja con mayonesa de rocoto. «Estos toques peruanos, con un punto de acidez y picante suave, aportan mucho a las recetas«, asegura.
El objetivo de Adam es que Amaru sea reconocido como un restaurante de cocina mediterránea con una influencia peruana. Para ello, ha incorporado un horno brasa Josper donde elabora arroces a la llauna, da un toque especial al ceviche y también prepara carnes. «Utilizamos leña de encina y de oliva que dejan un estupendo regusto ahumado«, comenta. Además, ha introducido un wok en su cocina, con el que se acerca a la gastronomía asiática. Una de las recetas estrella será el arroz chaufa, un arroz frito peruano.
El local también ha sido completamente renovado, con un ambiente mucho más cálido y acogedor, gracias a la nueva iluminación y al interiorismo, que incluye bancos corridos y sillas cómodas. La distribución ha permitido una mayor capacidad sin sensación de agobio, y una de las joyas del local es su gran barra de mármol, sobre la que se proyecta una luz muy especial. Esta barra se ha convertido en uno de los íconos de Amaru, donde también se quiere dar protagonismo a las copas y cócteles del tardeo y la noche. Solange concluye: «Buscamos que la clientela viva una experiencia que le entre por los ojos, porque el local ha quedado precioso, pero donde la comida también importa, tanto o más que el resto«.
Dirección: Calle Mefisto, 3, junto a la Plaza de los Sitios
Horario: Martes y miércoles, de 9:30 a 17:00 y de 20:00 a 24:00. Jueves a sábado, de 9:30 a 2:00 y domingo, de 9:30 a 17:00.