Benabarre, situada al este de la provincia de Huesca y a las puertas del Pirineo aragonés, se erige como la capital cultural de la Ribagorza.
Esta localidad destaca tanto por su exuberante naturaleza como por su rica historia. Rodeada de paisajes espectaculares, es un destino ideal para los amantes del turismo de montaña, ya que su proximidad al Pirineo facilita el acceso a pistas de esquí y rutas de senderismo. También es una puerta de entrada al Espacio Natural del Montsec de Aragón, donde los excursionistas y ciclistas pueden disfrutar de rutas señalizadas que ofrecen vistas impresionantes.
Las Lagunas de Estaña, el complejo de lagunas kársticas más importante de Aragón, se encuentran en este entorno natural privilegiado. Estas lagunas son un punto de paso y nidificación para numerosas aves acuáticas, lo que las convierte en un lugar excepcional para la observación de aves. Un paseo por sus alrededores, con una parada en la caseta de observación, promete una experiencia memorable.
Para quienes deseen explorar Benabarre y sus alrededores, los puntos de información turística se encuentran en la Plaza Mayor, donde está la Oficina de Turismo, y en el Castillo de Benabarre, que alberga el Centro de Visitantes. Aquí, los turistas pueden encontrar información sobre los horarios de los autobuses, alojamientos y restaurantes locales.
El casco histórico de Benabarre, de marcado sabor medieval, rodea la colina del castillo de los Condes de Ribagorza. Este es el punto de partida ideal para comenzar a explorar la localidad. La Plaza Mayor, el núcleo vital de la villa, alberga el restaurado edificio del Ayuntamiento y sus porches, que evocan los del Paseo de la Independencia de Zaragoza. Desde la plaza, es fácil acceder a otros puntos de interés, como la plaza de la iglesia, donde se alza la iglesia parroquial, una obra neoclásica del siglo XIX dedicada a Nuestra Señora de Valdeflores y San Miguel Arcángel. No olvides visitar el museo de arte sacro ubicado en su interior.
El principal atractivo de Benabarre es su imponente castillo gótico, antigua residencia de los condes de la Ribagorza y declarado Bien de Interés Cultural. Este castillo, conquistado en 1062 por Ramiro I, fue un importante bastión en la historia del Reino de Aragón. A lo largo de los siglos, el castillo ha experimentado varias transformaciones, desde una fortaleza musulmana en el siglo X-XI hasta un templo gótico tras su conquista. Aunque fue reconstruido en el siglo XVII, sufrió varios daños durante las guerras posteriores. En el siglo XIX, fue transformado en un fuerte fusilero y, finalmente, en 1922, pasó a ser propiedad municipal. Tras un largo proceso de restauración que se completó en 2011, el castillo es hoy una de las visitas imprescindibles en Benabarre. Las visitas pueden realizarse tanto de forma libre como guiada, siendo estas últimas a las 12 horas, de miércoles a domingo.
Además de su riqueza histórica, Benabarre cuenta con numerosos atractivos naturales y culturales. El parque de San Medardo, con su ermita dedicada al patrón de la localidad, es perfecto para disfrutar de un día al aire libre con familia o amigos. Este parque, situado en medio de una frondosa arboleda, ofrece un parque infantil, merenderos y barbacoas.
Para quienes disfrutan de la gastronomía, Benabarre no decepciona. La quesería local y la fábrica de chocolates son paradas obligadas para degustar productos artesanales de la región. Y para los más aventureros, el entorno natural ofrece múltiples opciones de ocio, como senderismo, paseos a caballo y rutas en bicicleta de montaña, especialmente en la Sierra de Montsec, que marca la frontera natural entre Aragón y Cataluña.