Amy es una de las nuevas incorporaciones al Tubo de Zaragoza, materializando el sueño de Rami Cirstea. Originaria de Rumanía, Rami ha vivido en Zaragoza durante 24 años, disfrutando de la gastronomía local como cliente. Ahora, ha dado el paso para crear el tipo de local que siempre ha imaginado al salir con amigos. “Me gustan los lugares donde se cuida el producto y se elabora con cariño”, explica Rami.
La reforma del local, que antes albergaba un salón de juegos, ha sido un proyecto de año y medio. El amplio espacio vacío se ha transformado por completo con instalaciones nuevas, incluyendo la cocina y la barra.
Situado en la transitada calle Cinegio, frente a Mestiso, otro renovado establecimiento en el nuevo Tubo, Amy cuenta con una terraza amplia y una atmósfera acogedora en su interior. La iluminación cálida y la decoración con madera quemada, piedra y ladrillo crean un ambiente ideal para disfrutar de una estancia prolongada, en lugar de un tapeo rápido. Las sillas y taburetes están diseñados para ser cómodos, fomentando una experiencia relajada.
Amy destaca por su atención al detalle tanto en la presentación como en la calidad de sus productos. Las vitrinas de la barra muestran tapas que reflejan un esmero especial en su preparación y presentación. Además, el local mantiene altos estándares de higiene, transmitiendo una sensación de limpieza y cuidado.
En cuanto a la oferta gastronómica, Amy presenta una propuesta clásica del Tubo con un toque distintivo. Rami ha diseñado un menú que incluye tapas y raciones preparadas con atención al detalle. Entre los platos destacados están las olivas fritas rellenas y rebozadas, las papas Amy, que son una versión especial de las bravas clásicas, y el bombón de morcilla almendrado. Los productos, como la masa y el relleno de las empanadillas, son caseros, al igual que la torrija, que se sirve en un nivel muy alto.
El menú también incluye croquetas de buey y torrezno, alcachofas fritas con parmesano y virutas de jamón, pulpo a la brasa, porrones de cebolla de Fuentes, burrata al pesto y huevos rotos con chistorra. Además de la planta baja, que ofrece una experiencia de tapeo más informal, Amy cuenta con un comedor en la planta inferior, con capacidad para 30 personas, ideal para una degustación más tranquila de platos como chuleta de vaca, presa ibérica, sashimi de atún a la pimienta o lomo de bacalao en salsa.
Amy aporta al Tubo una mezcla de elegancia y calidez, ofreciendo un rincón acogedor y sofisticado en el corazón de Zaragoza.
Dirección: Calle Cinegio, 1
Teléfono: 876 098 367