Una taberna con solera (de esas contadas con mostrador de estaño) y buen hacer. El bar Gallizo es un lugar ideal para refrescarse con una copa de vino y una de sus sugerentes tapas. El local es pequeño y dispone de una preciosa y enorme barra de azulejos con motivos geométricos.
En el barrio de la Madalena está este icono de la hostelería castiza que se mantiene totalmente ‘old school’, tanto en la decoración como en su ambiente en general de barrio y en los platos, bocadillos y raciones que sirven.
Esta bodega es innovadora a pesar de que trate de ser fiel a los sabores que imperaban en los locales de comidas de finales del siglo XX. Una nueva mirada que permite hacer un viaje placentero al pasado sin abandonar una mentalidad que trata de adaptarse al siglo de los cibernautas.
Actualmente cada noche los modernos zaragozanos lo abarrotan, por este rollo retro y lo barato de sus precios tanto en tapas como en cañas. En cierta manera es un bar hipster, de manera involuntaria eso sí.
El Gallizo es algo ruidoso y siempre hasta los topes pero merece la pena adentrase por el tamaño de esas tapas. Es el sino de lo castizo en el siglo XXI.
En verano, te recomendamos visitar su original terraza.
Además tienen varias opciones veganas. ¡Avisados estáis!.
Dirección: Calle de San Lorenzo, 44
Facebook: https://www.facebook.com/bargallizo/