La Comarca de las Cinco Villas constituye un territorio de transición entre el Prepirineo y el valle del Ebro, dominado por la majestuosa sierra de Santo Domingo. Este espacio natural destaca por su gran valor ecológico y geológico, al combinar características mediterráneas con influencias atlánticas, creando un entorno único en el que se entrelazan elementos de ambos climas.
La sierra ofrece un espectacular contraste entre sus fértiles llanuras y sus abruptos relieves rocosos, conocidos localmente como ‘rallas’ o paredones de calizas, que alcanzan su punto más alto en la peña de Santo Domingo. Este terreno escarpado no solo añade belleza al paisaje, sino que también proporciona refugio a una abundante población de rapaces y una rica fauna que incluye ciervos, corzos, jabalíes, jinetas, garduñas y zorros. Los encinares y pinares que cubren estos montes son el hogar de muchas de estas especies, favoreciendo una cohesión ecológica que conecta el valle del Ebro con las zonas más altas del Prepirineo.
Desde las cimas de la sierra nacen los ríos Arba de Luesia y Arba de Biel, cuyas aguas discurren hacia el Ebro a través de las Bajas Cinco Villas. El Pozo Pigalo, un espectacular paraje en el curso del Arba de Luesia, es uno de los puntos más emblemáticos de esta región, atrayendo a visitantes que buscan disfrutar de sus aguas cristalinas y su entorno natural.
La Sierra de Santo Domingo también se distingue por la diversidad de formaciones vegetales que cubren sus laderas, estructuradas según los requisitos de temperatura y humedad, con ciertas peculiaridades debido a las inversiones térmicas presentes en los barrancos.
Hacia el sur, la sierra encuentra uno de sus contrafuertes más significativos en la Sierra de Luesia, donde se extiende el hayedo de la Val, un rincón natural de gran belleza que merece ser explorado. Al norte, el valle del río Onsella o Val d’Onsella está salpicado de pintorescos pueblos como Isuerre, Lobera de Onsella y Longás, que añaden un encanto especial al paisaje.
Para los amantes del senderismo, la comarca ofrece diversos itinerarios que permiten explorar estos parajes únicos. Entre los más recomendados se encuentran la ruta que parte de Longás y culmina en el pico Santo Domingo, y la que conecta Lobera de Onsella con Isuerre. Estos caminos invitan a los visitantes a adentrarse en la naturaleza y descubrir la belleza salvaje y la tranquilidad de este rincón de las Cinco Villas.