Grañén, un pequeño municipio de Los Monegros (Huesca), se ha convertido en un referente del arte urbano. Sus calles y fachadas lucen murales de arte urbano realizados en los últimos años por artistas tan destacados como Paula Bonet (detrás del Centro de Salud), Eduardo Burton y Ricardo Cavolo (junto al Instituto de Secundaria Montes Negros), Boa Mistura (en el frontón del mismo Instituto) e Isaac Mahow (en la fachada de la Casa de Cultura).
El origen de los murales de Grañén está en el alcalde del municipio, Carlos Sampériz, que trata de buscar el contraste entre este tipo de arte, más habitual de la ciudad, y el propio medio rural: «Para nosotros es un sueño hecho realidad. Además de transformar el lugar en el que vivimos y dar a conocer nuestro pueblo, damos a nuestros vecinos la posibilidad de que disfruten de creaciones únicas de los artistas urbanos más potentes del momento. Todos tienen un estilo diferente y muy definido, que provoca emociones en el espectador. Hablamos de artistas de primer nivel, a los que mimamos, con el ánimo de que interactúen con la gente y tengan ganas de volver».
En su día, los artistas confesaron haberse rendido al empeño del alcalde del municipio y al finalizar su trabajo, se sintieron encantados de haber dejado su conocida firma en las calles de este pequeño municipio de Los Monegros.
Los inicios de esta historia tuvieron mucho que ver con el grupo Boa Mistura. Uno de los primeros murales pintados en la localidad está inspirado en sus obras y fue creado por los propios vecinos durante las fiestas patronales de Santiago Apóstol. La frase elegida para aquella obra parece ahora premonitoria, ya que, dice: «Por soñar, no estoy loco».
Los murales son la excusa perfecta para recorrer el casco urbano de Grañén, que se divide en dos zonas: una más moderna, que se encuentra situada junto a la carretera, y otra antigua asentada sobre una leve colina.
La localidad alberga uno de los mayores relojes solares de Europa, una gran estructura de acero de más de seis metros de diámetro y casi cinco toneladas de peso, diseñada por miembros de la Agrupación Astronómica de Huesca.
En Grañén también se puede admirar la rica decoración de la torre de la iglesia de Santiago, un gran ejemplo del mudéjar más tardío.
Junto a la iglesia se encuentran los restos de un castillo de 1105, del cual permanece en pie una torre.