Situada en la Comarca del Maestrazgo, en la provincia de Teruel, La Iglesuela del Cid es uno de los secretos mejor guardados del turismo en Aragón. Esta pintoresca localidad, que forma parte del Parque Cultural del Maestrazgo, combina un impresionante patrimonio histórico con un entorno natural de gran belleza. Su excelente estado de conservación le ha valido la distinción de Conjunto Histórico-Artístico, resaltando no solo por su rica historia, sino también por su notable arquitectura.
Recorrer las calles empedradas de La Iglesuela del Cid es un viaje en el tiempo. El paseo comienza en la emblemática Torre de los Nublos, un torreón medieval del siglo XIII que formaba parte de un castillo construido por la Orden del Temple. Esta torre actúa como un portal a la historia del pueblo, guiando a los visitantes hacia la impresionante Plaza Mayor.
Aquí, se encuentran algunos de los edificios más notables de la localidad, como la iglesia de la Purificación, un majestuoso templo barroco del siglo XVII, el Ayuntamiento, y el palacio Matutano-Daudén, un elegante edificio del siglo XVIII que actualmente funciona como un hotel de cuatro estrellas perteneciente a la Red de Hospederías de Aragón.
Además de estos monumentos, la plaza alberga otras casonas señoriales como la Casa Blinque, reconocible por su gran alero de piedra, y la Casa Guijarro, entre otros. Estos edificios reflejan la prosperidad de antaño de La Iglesuela del Cid, en parte debido a su floreciente industria textil. Para conocer más sobre esta tradición, se puede visitar el Centro de Interpretación del Textil y de la Indumentaria, ubicado en el antiguo Convento de Paúles, donde se explora la rica herencia textil de la región.
La Iglesuela del Cid también forma parte de la histórica Ruta del Cid y ha sido testigo del paso de personajes ilustres como el Cid Campeador y el General Cabrera, conocido como el Tigre del Maestrazgo. La localidad guarda también el único portal que queda de cuando estaba completamente amurallada: el Portal de San Pablo. Atravesarlo es una invitación a explorar más allá del casco antiguo, hacia parajes naturales como el Barranco del Canto, donde se pueden admirar los muros de piedra seca, una técnica de construcción ancestral.
Los alrededores de La Iglesuela del Cid ofrecen múltiples rutas de senderismo que permiten disfrutar de su espectacular paisaje y su patrimonio cultural. A solo tres kilómetros del núcleo, se encuentra un yacimiento de época ibero-romana, y un poco más allá, el Santuario de Nuestra Señora del Cid, erigido sobre un antiguo mausoleo romano. Además, las rutas señalizadas ofrecen la posibilidad de realizar excursiones por el Parque Cultural del Maestrazgo, disfrutando de su variada geología y de su abundante flora y fauna.