Situada en el límite con la provincia de Tarragona, a orillas del río Matarraña, Fabara alberga uno de los mausoleos romanos más antiguos y mejor conservados de España. Este impresionante monumento funerario, datado en el siglo II, es un ejemplo excepcional de la arquitectura sepulcral romana.
El Mausoleo de Fabara fue erigido para rendir homenaje a un personaje conocido a través de una inscripción: ‘A los dioses manes de Lucio Emilio Lupo’. Este mausoleo, que imita la forma de un pequeño templo romano, destaca por su planta cuadrada y sus dimensiones de 7,40 x 6,06 metros. Su diseño incluye dos partes distintas: la cella o parte superior, destinada a sacrificios y libaciones en honor del fallecido, y el conditorium, una cámara subterránea donde se colocaron los restos del difunto.
La fachada principal del mausoleo presenta un pórtico tetrástilo con columnas de orden toscano, sobre las que descansa un entablamento jónico que recorre todo el monumento. El frontón, del que solo se conserva el tímpano, lleva inscrito el nombre del difunto. Las fachadas laterales están adornadas con pilastras toscanas estriadas y molduras decorativas. Aunque el tejado a dos aguas original ha desaparecido, los grandes sillares de piedra caliza unidos con grapas de hierro aún revelan la calidad de la construcción.
La decoración exterior es de gran interés. El friso del entablamento presenta diferentes estilos en cada fachada: en la posterior se pueden ver roleos formados por hojas de acanto con rosetas en su interior; en la fachada sur, siete águilas sostienen guirnaldas de hojas y flores con sus picos; mientras que en la fachada norte, las águilas son reemplazadas por columnillas con guirnaldas más estrechas. Aunque el friso de la fachada principal tenía una inscripción con letras de bronce, solo se conservan los agujeros donde estaban ancladas, sugiriendo que el difunto podría haber sido un joven de notable familia.
El Mausoleo de Fabara es un reflejo de la riqueza y el prestigio de las familias adineradas de la región durante los siglos I y II, que pudieron costear la construcción de tales monumentos funerarios gracias a su economía basada en la agricultura y el cereal.
Además de su excepcional estado de conservación, el mausoleo de Fabara destaca como uno de los ejemplos más bellos de sepulcro romano en España. En el interior, se accede a través de una sencilla puerta adintelada y se encuentran dos cuerpos: el primero, la cella, para ritos funerarios, y el segundo, el conditorium, para los restos del difunto.
Condiciones de acceso: Hay que acudir previamente al Ayuntamiento de Fabara para acceder al Sepulcro Romano. La entrada es gratuita.