El restaurante Delirio homenajea a Francisco de Goya

Restaurante Delirio

El restaurante Delirio se ha convertido en la última apuesta empresarial de Grupo Laminero, encabezado por Luis Martín, Jorge Mata y Aldo Sorrosal, que se ha convertido en uno de los grupos hosteleros más consolidados de Zaragoza tras el éxito de otros locales de moda como Birabola o Sr. Cachopo entre otros.

Delirio se encuentra en el número 2 de la Calle Baltasar Gracián, junto a la Avenida de Goya, en el mismo local que este grupo tenía la pizzería The Moonkey’s.

Ensalada Goyesca. Pecera de tomate de Barbastro, rúcula y burrata con pesto de pipas de girasol y flores

El local cuenta con una ambientación en época barroca de la mano de una gastronomía transgresora.

Flores de alcachofas acompañadas de láminas de jamón de pato, huevos camperos a baja temperatura y virutas de mousse de foie con polvo de maíz

Este proyecto singular busca aprovechar la fuerza, el color y la belleza de la pintura y la escultura como elementos principales de una estética temática, donde destacan los juegos de pinturas al óleo, cuadros interactivos e incluso atuendos de épocas pasadas.

Arroz negro en el restaurante Delirio

Al entrar al establecimiento, las sorpresas no cesan. Desde la música y la decoración hasta la vestimenta del personal, e incluso el aroma de las obras de arte que adornan las paredes, todo nos transporta a épocas pasadas.

Esta ambientación inspirada en Francisco de Goya y su época enmarca un concepto gastronómico plasmado en una carta creada por Edu Comín, asesor gastronómico y profesor en la escuela TOPI, junto a José Rubio.

4 pincelitos de foie rebozados en frambuesa, petazetas de limón, totopos verdes y maíz súper crujiente acompañados de sus óleos comestibles de pera, frambuesa y melocotón

La carta ofrece una variedad tentadora de platos que incluyen arroces, fideuás, carnes, y pescados, ideales para compartir en la mesa.

Por ejemplo, la paleta son cuatro pincelitos de foie rebozados en frambuesa, petazetas de limón, totopos verdes y maíz súper crujiente, en los que mojar sus óleos.

Tarta de queso Idiazábal y chocolate blanco

Otro plato que destaca como una verdadera obra de arte es el carpaccio de ternera, presentado en una forma vertical que evoca la imagen de una pintura en su caballete.

Tampoco podemos olvidarnos del ‘Grabado taurino’, hueso de vacuno y su tuétano con trompetillas negras, láminas de entrecot madurado a la parrilla y salsa española.

Los postres también sorprenden al paladar, como el lienzo de tiramisú deconstruido. Y para acompañar la experiencia, vinos con una fuerte personalidad aragonesa y cócteles.

Dirección: Calle Baltasar Gracián, 2
Reservas: Puedes reservar a través de su página web

 

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