El edificio de la Torre del Agua es obra de los arquitectos Enrique de Teresa y Francisco Romero. Se sitúa en la zona noroeste del recinto Expo y se convirtió en símbolo y emblema de la muestra, pasando, además, a formar parte del perfil de la ciudad.
La Torre, tal y como se define en el proyecto, tiene la presencia de un cuerpo acristalado y transparente, cuya singular forma de gota de agua, se constituye en signo emblemático, dada su condición escultórica. Este volumen satisface, gracias a la transformación que sufre su imagen, la afirmación del sólido en la visión diurna y su expresión como faro luminoso en la percepción nocturna.
El inmueble sobresale en la línea del horizonte de la ciudad, por su flamante verticalidad y gran altura: 11 plantas a las que se asciende por una gigantesca rampa en espiral adosada al interior de las paredes de esta torre.
En el interior se barajó la posibilidad de crear un museo, y en la azotea un restaurante.
Pero lo cierto es que no se ha conseguido dotar de contenido a la torre, que cuenta como principal atractivo con unas vistas privilegiadas de la ciudad desde su parta más alta y con la monunental escultura colgante ‘Splash’, de Pere Gifre y Program Collective.
Desde que terminó la Expo de 2008, la Torre del Agua ha acogido eventos puntuales y, gracias a la asociación Legado Expo, alguna visita guiada. Su particular disposición y el alto coste de mantenimiento han impedido su reutilización.
Dirección: Recinto de la Expo 2008, meandro de Ranillas