En 1941 se inauguraba la Feria de Muestras de Zaragoza, proyectada por los arquitectos Regino y José Borobio y José Beltrán, por encargo de la Cámara Oficial del Comercio y de la Industria.
El origen de este edificio, se remonta a la Guerra Civil. Cuando en 1936 estalló el conflicto, el Gobierno Civil confió a dicha institución la labor de repartir jornales a las familias de los obreros y dependientes movilizados por la contienda. Al finalizar la guerra en 1939, sobró dinero, y como procedía de donativos de empresarios se decidió destinarlo a un proyecto común, y así surgió este edificio.
De este conjunto que se concluyó en 1958, en la actualidad solo se conserva el edificio principal utilizado para sede de la Cámara de Comercio, y la torre, construyéndose en el extrarradio de la ciudad un nuevo edificio ferial.
Destaca sobre el conjunto y es imagen característica de la ciudad la singular torre-faro, de 59 metros, de sobrio diseño y alzado prismático en la que se adoptan soluciones historicistas en el empleo y molduración del ladrillo cara vista en recuadros resaltados y con una notable depuración ornamental.
Se trata de un edificio que acusa influencias diversas. En la línea de los historicismos de la posguerra, destaca de manera notable la torre-faro de clara evocación neomudéjar y chapitel de aire escurialense a la vez, que muestra un verticalismo relacionado con la arquitectura de la Italia de Mussolini, con influencias decoraciones y remate de cristaleras en la línea de Gropius.
La noble escalera trepa por un patio interior, con un primer rellano donde descansar, donde se alzan varios faroles realizados en hierro forjado para iluminar el espacio por la noche.
La luz entra creando sombras de colores desde los vitrales decorados con figuras alegóricas al proceso productivo y los diferentes perfiles profesionales, añadiendo más magia al escenario. Estas 24 cristaleras fueron trazadas por los Borobio y elaboradas en la casa madrileña Maumejan S.A.
La Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Zaragoza se creó en septiembre de 1886, con el objetivo fundacional de la modernización y progreso de la estructura económica, en un momento significativo para la economía aragonesa, tras el fracaso de la Exposición de 1885 y ante la crisis agrícola de 1887.
Constituyó el germen de las futuras ferias y exposiciones de productos e industrias que se celebraron en Zaragoza en años posteriores, como el Museo Comercial de Aragón, la Escuela de Comercio, la Exposición Hispano-Francesa de 1908 o la Feria de Muestras.
Basilio Paraíso, fundador de la empresa de espejos La Veneciana, presidió la Cámara de Comercio de Zaragoza durante más de 25 años (1893-1919). El empresario aragonés alcanzó un extraordinario protagonismo en la vida económica y política española, que le llevó a ser interlocutor con el Gobierno y a ocupar importantes cargos: fue diputado nacional con el partido Unión Nacional, creado junto a Joaquín Costa, concejal del Ayuntamiento de Zaragoza, presidente de la Exposición Hispano Francesa de 1908, senador vitalicio, etc. Además, fue el fundador y primer presidente del Consejo Superior de Cámaras de España.
El edificio de la Cámara de Comercio ha aparecido en numerosos libros de historia y hasta en series de televisión, como en ‘Amar en tiempos revueltos’.
Dirección: Paseo Isabel la Católica, 2
Teléfono: 976 306 161