Situado al sur de la ciudad, el barrio de La Romareda se despliega sobre lo que antiguamente era un campo de romero, de ahí su nombre.
La Romareda es un barrio dinámico que ofrece una amplia variedad de servicios y actividades. Además, cuenta con excelentes conexiones de transporte urbano, especialmente desde la puesta en marcha del tranvía.
Alberga decenas de miles de viviendas, centros culturales como el Auditorio, centros comerciales, el principal hospital de Aragón, y por supuesto, el estadio del mismo nombre.
Pero eso, no siempre fue así. No hace tanto tiempo, los terrenos en los que se levanta hoy este barrio eran campos.
En las décadas de los 40 y 50 la Romareda, actualmente situado dentro del distrito Universidad, experimentó un importante crecimiento poblacional. Por aquel entonces, apenas existía una parte del Parque Grande pero, de forma paralela al asentamiento poblacional, se fueron dando grandes hitos.
Uno de los hitos más significativos en la historia de La Romareda fue la inauguración en 1941 de de la Feria de Muestras de Zaragoza, proyectada en 1939 por los arquitectos Regino y José Borobio Ojeda y José Beltrán, por encargo de la Cámara Oficial de Comercio e Industria. El conjunto se terminó en 1958, aunque tras el traslado de la feria a sus actuales instalaciones en la Autovía de Madrid en los años 80, tan solo se conserva el edificio principal utilizado para sede de la Cámara de Comercio y la torre faro.
En 1955, se abrió el Hospital Miguel Servet, que sigue siendo el más grande de Aragón. En aquel entonces, se conocía como la Residencia Sanitaria José Antonio, pero popularmente se le llamaba ‘la Casa Grande’.
Dos años después se produjo otro gran hito, que marcó un antes y un después en este barrio de Zaragoza. El 8 de septiembre de 1957 se inauguró el estadio de fútbol de la Romareda, edificio cuya nueva construcción lleva años siendo debatida por las autoridades municipales y autonómicas.
El Seminario, situado en la actual avenida de la Hispanidad, desempeña actualmente un papel crucial como sede de la Gerencia de Urbanismo municipal. Su construcción se llevó a cabo entre 1945 y 1953.
Durante muchos años, este edificio tuvo un propósito religioso, pero en 2005 experimentó una transformación significativa. Tras una rehabilitación interior y una renovación exterior que preservó la estética original, el Seminario Metropolitano ahora alberga las mencionadas dependencias municipales.
Hace 40 años, adquirir una vivienda en Romareda significaba mudarse a las afueras de Zaragoza. Esta zona, salpicada de algunas promociones de casas pero todavía rodeada de solares sin edificar, se consideraba el límite de Zaragoza.
Las primeras viviendas construidas en el barrio fueron Viviendas de Protección Oficial. Posteriormente, se desató un auge inmobiliario que posibilitó la construcción de miles de viviendas en imponentes torres, convirtiendo esta área en una de las zonas de expansión más significativas de la ciudad.
Estas torres, rodeadas de jardines, dieron carácter a un barrio que no paraba de crecer.
En 1965, se erigieron las torres del grupo Isabel la Católica, al final de este paseo, donde también se construyó el monumento en honor a Isabel I, obra del artista aragonés Ángel Orensanz.
En esta área, se construyó entre 1972 y 1973 una de las iglesias más peculiares de la ciudad, conocida como “El Ovni”, aunque su verdadero nombre es Santa Mónica.
Este templo es un reflejo de una época en la que la Iglesia Católica deseaba acercarse a la sociedad. Para lograrlo, se buscó un proyecto que rompiera con la imagen tradicional y se integrara en un barrio joven y moderno, adaptándose a las necesidades surgidas en el período postconciliar.
Desde entonces, se ha producido una expansión ordenada de viviendas, transformando el barrio de Romareda en una zona residencial muy cotizada.
Su proximidad tanto al hospital Miguel Servet como al Clínico, así como al campus universitario de plaza San Francisco, lo convierte en un lugar de residencia habitual para estudiantes y personal sanitario.
Entre los últimos hitos en Romareda, se encuentran la construcción del pirulí de Telefónica (1992) y el Auditorio (1994), ambos en terrenos adyacentes a los de la antigua Feria de Muestras.
Parte de este recinto ferial fue derribado para dar lugar al centro comercial Los Porches del Audiorama y a un edificio de oficinas con fachada acristalada.
Tras la apertura del Auditorio y la remodelación del antiguo Seminario, el barrio de la Romareda experimentó un gran impulso con la inauguración en 2009 del centro comercial Aragonia.
Diseñado por el arquitecto Rafael Moneo y con una inversión de 150 millones de euros, este macrocomplejo abarca más de 170.000 metros cuadrados e incluye un centro comercial con cines, un edificio residencial de 132 viviendas, el hotel Reina Petronila y una torre de oficinas de 12 plantas.
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