Belchite es un municipio de la provincia de Zaragoza, situado a 50 km de la capital. Es conocido por haber sido escenario de una de las batallas más cruentas de la Guerra Civil que asoló España hace casi 100 años: la Batalla de Belchite.
Historia y legado del Pueblo Viejo de Belchite
Como consecuencia de los enfrentamientos, el pueblo fue destruido. En lugar de reconstruirlo, el régimen de Franco decidió en 1940 construir un pueblo nuevo al lado, hoy conocido como Belchite Nuevo, dejando las ruinas del antiguo pueblo como testimonio de la Guerra Civil. Estas ruinas, ahora conocidas como el Pueblo Viejo de Belchite, permanecen en gran parte cerradas al paso de personas, pero su atmósfera fantasmagórica y su legado histórico siguen impresionando a todo aquel que las visita.
El Pueblo Viejo es una especie de museo al aire libre, un recuerdo persistente de los horrores de la guerra. Las ruinas incluyen estructuras emblemáticas como la Torre del Reloj, de estilo mudéjar y construida en el siglo XV; el Convento de San Agustín, cuyas cúpulas desnudas parecen esperar el regreso de las avionetas de antaño; y la Iglesia de San Martín de Tours, cuya estructura todavía refleja su antigua grandeza. En las calles desiertas, se pueden leer inscripciones como la del vecino Natalio Baquero: «Pueblo Viejo de Belchite. Ya no te rondan zagales, ya no se oirán las jotas que cantaban nuestros padres», una frase escrita en una pared derruida que evoca la esencia de la tragedia vivida allí.
El Pueblo Viejo de Belchite ha sido una fuente de inspiración para diversos artistas. El cineasta Guillermo del Toro lo eligió como uno de los escenarios de su aclamada película El Laberinto del Fauno (2006). Además, Ken Follett dedicó un capítulo de su novela El Invierno del Mundo a este lugar, y la cantante Mónica Naranjo filmó aquí uno de los videoclips de su disco Tarántula.
A solo 500 metros del Pueblo Viejo, el nuevo Belchite se levanta como un símbolo de la resiliencia de sus habitantes. Este nuevo pueblo es conocido por sus amplias plazas, como la Plaza de España, sede del ayuntamiento y de la iglesia, y por el Santuario de Nuestra Señora del Pueyo, un lugar de peregrinación cargado de simbolismo histórico y espiritual.
La Batalla de Belchite
Entre ambos pueblos, se encuentran las sombras de lo que alguna vez fue el Campo de Concentración «Rusia», construido para albergar a los habitantes que quedaron desamparados tras la batalla. En este campo, que constaba de quince barracones, los belchitanos de ideología republicana vivieron bajo condiciones infames y muchos de ellos fueron obligados a trabajar en la construcción del nuevo Belchite.
La Batalla de Belchite se libró entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre de 1937 y fue una de las más devastadoras de la Guerra Civil Española. La batalla fue parte de una operación del ejército republicano destinada a aliviar la presión sobre el frente del Norte y evitar la caída de Bilbao y Santander. Sin embargo, la falta de coordinación y la inexperiencia de las tropas, junto con un cambio de objetivo estratégico, convirtieron la ofensiva destinada a Zaragoza en una larga y sangrienta batalla por Belchite.
El combate, que se prolongó durante trece días, resultó en la destrucción casi total del pueblo y la muerte de 6,000 personas, incluidos combatientes de ambos bandos y unos 500 civiles. La lucha culminó en una serie de enfrentamientos casa por casa, con la aviación jugando un papel crucial en los bombardeos y en el suministro de los sitiados. Finalmente, las fuerzas republicanas lograron capturar el pueblo, aunque a un alto costo en términos de tiempo y recursos, lo que contribuyó a su incapacidad para tomar Zaragoza y evitar la caída del frente Norte.
Siete meses después, en 1938, Belchite fue nuevamente escenario de combates durante la primera fase de la Batalla de Aragón, cuando el ejército franquista lanzó una gran ofensiva que marcó el principio del fin de la Guerra Civil. Esta vez, las fuerzas republicanas, superadas en número y equipo, fueron rápidamente derrotadas.
Turismo en Belchite: Visitas y Actividades
En la actualidad, las ruinas del Pueblo Viejo de Belchite están abiertas al público, que puede descubrir mediante visitas guiadas por descendientes de los antiguos vecinos cómo era la vida en Belchite basándose en los testimonios de supervivientes y en documentación oficial de ambos bandos. Las visitas diurnas se realizan todos los días y las nocturnas durante los fines de semana, ofreciendo una experiencia única bajo la luz de la luna.
Para los amantes de la naturaleza, Belchite ofrece rutas de senderismo y ciclismo por los alrededores, con paradas en lugares como el Refugio de Fauna Silvestre de La Lomaza y la Reserva Ornitológica El Planerón, donde se pueden observar especies protegidas y disfrutar de los paisajes esteparios. Además, el Museo Etnológico y el Centro de Interpretación de las Estepas del Valle del Ebro en Belchite Nuevo proporcionan una visión más profunda de la rica historia cultural y natural de la región.
Belchite también es conocido por su gastronomía tradicional, con platos típicos de Aragón como las migas del pastor, el pollo al chilindrón, y las rosquillas locales, que se pueden degustar en los restaurantes de la localidad.
En definitiva, Belchite ofrece un viaje en el tiempo a través de sus ruinas, su historia y sus leyendas, combinado con una rica oferta de naturaleza, cultura y gastronomía que atrae a visitantes de todo el mundo.
Para más información sobre actividades, alojamientos y visitas, puedes consultar la página web oficial de Belchite o sus perfiles en redes sociales como Facebook e Instagram.