Parece mentira que esta plaza esté al lado de las bulliciosas calles Cádiz y Azoque, tan silenciosa, tan perenne al paso del tiempo. Para los que allí viven, la Plaza del Carmen es el patio de su casa: tranquila, discreta, familiar y soleada es un sitio perfecto para pasear y disfrutar en pleno centro de Zaragoza, pero sin el ruido y el tráfico.