Si os gustan los churros un poco más gruesos que los habituales, poco aceitosos, y buscáis siempre productos artesanos y sin aditivos, y si además sois fans del chocolate, os lamentaréis durante toda la vida por no haber ido antes a la Churrería El Gancho.
Sus churros y porras se elaboran artesanalmente y se sirven recién hechos, acompañados de un café o un chocolate caliente.
Con una larga barra que ocupa casi todo el local y algunas mesas bajas, es lugar de reunión habitual de los vecinos del barrio para desayunar o merendar.
Guste o no el dulce, hay que conocer la Churrería El Gancho.
Dirección: Calle Cereros 10