El río Gállego es, probablemente, el que menos conocemos quienes habitamos en Zaragoza, pero merece la pena acercarse a pasear por su ribera.
Desde su desembocadura hasta el barrio de Santa Isabel tienes solo 3 kilómetros, así que puedes hacer la ida y la vuelta en una sola mañana.
El Gállego nace en el Pirineo a una altitud de 2.200 metros y desemboca en el río Ebro a la altura de Zaragoza.
Su nombre deriva del latín Gallicus, “de la Galia”, en clara alusión a la zona fronteriza donde nace este curso fluvial, en las inmediaciones del Portalet (Sallent de Gállego).
Tras atravesar zonas montañosas y paisajes de gran belleza, el río Gállego deposita, en su tramo, gran cantidad de sedimentos que ha transportado desde el Pirineo.
Estas gravas han sideo muy apreciadas para la construcción. Durante muchos años se produjeron importantes extracciones que convirtieron su curso trenzado y meandriforme en un solo cauce que se fue encajando en su lecho, provocando el hundimiento del freático (agua subterránea).
Estos acúmulos de gravas forman islas que que son muy utilizadas por aves como la garceta, la garza real o los azulones.
La huerta de Zaragoza se riega en buena parte con las aguas del río Gállego. Un total de 16.000 hectáreas dan sus frutos gracias a este afluente del Ebro. El embalse de Santa María de La Peña se construyó hace 105 años con dinero de los regantes para asegurar el agua a la ribera zaragozana del Gállego.
El Gállego llega a Peñaflor con su característico color turquesa. Un color que se va oscureciendo a medida que va llegando a Zaragoza, consecuencia de los vertidos industriales.
Tras más de 200 kilómetros, el Gállego se funde con el Ebro unos metros más abajo del azud del Ebro en Zaragoza.
Su caudal en la desembocadura es débil por la intensa regulación que sufre.
Para llegar a la desembocadura del Gállego podemos hacerlo por el carril bici que va paralelo al Ebro por la margen izquierda.
Pasados el Puente de la Unión (o de las Fuentes), el Azud del Ebro, y el Puente de la Ronda de la Hispanidad (oficialmente llamado de Manuel Giménez Abad), llegaremos al Parque Entrerríos, en Vadorrey.
Una vez llegados al parque, donde veremos que hay unas mesas de picnic, tenemos dos opciones de camino.
Tomamos la que baja a la desembocadura del río. Está señalizada y avanza entre árboles, con un camino de madera.
En unos pocos minutos llegaremos a la desembocadura, donde se encuentra el Mirador del Gállego. Es una zona en la que podemos avistar aves y otros pequeños animales.
A continuación, podemos seguir por los senderos o volver al parque.
Desde aquí podemos seguir hasta Santa Isabel (5 kilómetros). El camino muy fácil y llano.