Anento está situado en el valle del Jiloca, a tan solo 20 kilómetros de Daroca. Esta pintoresca localidad, reconocida como uno de los Pueblos más Bonitos de España, es un destino perfecto para quienes buscan disfrutar de la naturaleza y del patrimonio histórico. Para aquellos que se desplazan desde Zaragoza, el trayecto es de menos de 100 kilómetros y el tramo final del viaje ofrece un paisaje espectacular, con formaciones rocosas esculpidas por la erosión durante milenios, que destacan por sus tonos rojizos.
Antes de llegar al pueblo, te adentrarás en un bonito valle rebosante de naturaleza generado por el Aguallueve, un espectacular manantial con paredes de piedra y musgo que esconde pequeñas grutas en su interior. Este paraje único se puede recorrer en un sencillo paseo circular de menos de una hora, ideal para hacer en familia. Con una distancia de 2,5 km y poco desnivel, el recorrido se realiza en unos tres cuartos de hora.
El Aguallueve es un verdadero espectáculo natural donde las aguas se filtran desde las entrañas de la tierra debido a las características kársticas del terreno. Al llegar, se puede contemplar cómo los verdes intensos de los musgos y helechos contrastan con el rojo de las areniscas y los tonos pálidos de los pinos circundantes.
Además de disfrutar de la naturaleza, Anento ofrece un valioso patrimonio histórico. La pequeña iglesia románica dedicada a San Blas, una construcción del siglo XIII, alberga en su interior un magnífico retablo gótico, obra del maestro Blasco de Grañén. Este retablo, uno de los de mayores dimensiones e importancia de Aragón, ha permanecido casi 500 años en su ubicación original y además de San Blas, también está dedicado a la Virgen de la Misericordia y a Santo Tomás de Becket.
En lo alto del pueblo se alza un castillo medieval del siglo XIV que sirvió de refugio durante los ataques de los soldados castellanos de Pedro el Cruel. Este castillo, que impresiona con sus tres torreones y un foso defensivo, se encuentra en un tozal de tierra rojiza rodeado de pinares, lo que lo convierte en un lugar perfecto para hacer una pausa y disfrutar del entorno. También es posible visitar el torreón celtíbero, desde donde se pueden admirar unas vistas panorámicas impresionantes del valle.
Para aprovechar al máximo la visita, se recomienda acudir a la oficina de turismo local, donde se puede obtener información detallada sobre los puntos de interés y las mejores rutas para descubrir todos los encantos de Anento. El coche se debe dejar en un aparcamiento de pago a la entrada del pueblo, pero no es necesario para explorar este encantador lugar. Las calles del pueblo y sus alrededores invitan a ser recorridos a pie, ofreciendo una experiencia enriquecedora tanto para la vista como para la salud.
Finalmente, después de recorrer la ruta del Aguallueve y explorar el castillo y el torreón celtíbero, se puede regresar al núcleo urbano de Anento para disfrutar de su casco histórico, lleno de rincones con encanto que reflejan la autenticidad y belleza de esta localidad. Resulta sorprendente descubrir que Anento estuvo prácticamente despoblado en el siglo XX, llegando a contar con un único habitante. Hoy en día, gracias al turismo, ha resurgido como un ejemplo de revitalización del mundo rural.
Toda la información sobre esta escapada está disponible en la web de Anento, donde también encontrarás diversas opciones de turismo activo, servicios de alojamiento y restauración, que hacen de Anento un destino ideal para una escapada memorable.