La pizza, el plato italiano por excelencia ha sufrido una profunda transformación en los últimos años. De la típica pizza que comprábamos cuando no nos apetecía cocinar hemos pasado a auténticas delicias gourmet, con masas de gran calidad y una extensa variedad de acompañamientos.
Si quieres probar algunas de las mejores pizzas de la ciudad tendrás que peregrinar hasta la Calle Don Jaime I.
En este local las recetas antiguas se fusionan con las nuevas tendencias y cada bocado nos traslada a Italia. El secreto del éxito reside en cuidar todos los detalles, de la elección de los ingredientes a los tiempos de cocción y horneado, pasando por la preparación, 100% casera.
Por un lado ofrecen pizzas al corte -es decir, en pedazos individuales-, en generosas porciones rectangulares, lo que te permite escoger el trozo y cantidad que te apetezca y probar varias de sus sugerentes combinaciones de ingredientes.
Es una pizza típica de Roma, de grandes dimensiones, crujiente y con una altísima hidratación. Está hecha para volver a calentarse y se exhibe sobre madera así como de madera es ‘la pala’ en la que se ha horneado, por eso se le llama también ‘Pizza in Pala alla Romana’.
También ofrecen pizzas completas, que siguen obsesivamente los requisitos de la Denominación de Origen Napolitana: horno de leña a 450 grados, 48 horas de fermentación, harinas de calidad y tomate italiano.
Producto gastronómico. Y cuando la muerdes, te das cuenta de que la masa es otra cosa: fina y crujiente por los bordes, por dentro blanda y elástica, pero ligera y digestiva.
A menudo los bordes de la pizza se convierten en la parte que rechazas. No en Pizza Mía: se te quedan cortas para rebañar, con deleite, el plato.
Las originales combinaciones, los productos frescos y de temporada y el corte a medida son otras de las características de las pizzas de este lugar. La Bella Italia (stracciatella, pomodorini, anchoas y reducción de albahaca), la Margarita Gourmet (stracciatella, tomate y reducción de albahaca), la Della Sicilia (mozzarella, portadela, pistacho, stracciatella y aceite al limón) o la Favolosa (rellena de mortadela de pistacho, cebolla caramelizada con vinagre de Módena a la frambuesa y mozzarella) son sólo algunas de las delicias con las que podrás mimar tu paladar. Si te encanta el chocolate, no dejes de pedir la pizza de nutella.
Pero la carta va mucho más allá en este suculento viaje transalpino. Ahí están las pizzas enrrolladas (pizza rolls se llaman en Estados Unidos), los bocadillos en pan chapata italiano (ciabatta) o las focaccias.
El tiramisú casero es el único postre del menú y merece la pena dejar un hueco para probarlo, es delicioso.
Además ofrecen varias opciones vegetarianas y veganas.
Una muy buena alternativa cuando lo que apetece es una pizza. Con un equipo muy agradable, un ambiente relajado y buena comida. También hacen servicio a domicilio.
El único inconveniente es que el local es pequeño y tan solo tiene unas pocas mesas con sillas altas.
Dirección: Pizza Mía Don Jaime, Calle Don Jaime I, 22