En el corazón del barrio de Valdefierro, se mantiene vivo un rincón donde la tradición y el trato cercano siguen marcando la diferencia: el restaurante El Viejo Roble.
Este establecimiento familiar, con más de dos décadas de historia, ha sabido conservar sus raíces sin renunciar a la evolución necesaria para seguir siendo un referente. Hoy lo gestiona Jose Javier Cosín, hijo del fundador, manteniendo viva la esencia de un negocio que lleva el valor de la continuidad generacional por bandera.
El nombre del restaurante, El Viejo Roble, se inspira en una tradición americana que simboliza el amor duradero, una metáfora perfecta para reflejar su compromiso con la calidad y el cliente.
Con tres salones diferenciados —Roble, Sauce y Encina— y una zona de cafetería, el restaurante ofrece un espacio versátil ideal para celebraciones familiares, encuentros de empresa, bodas o comuniones. Su capacidad y ambiente acogedor lo convierten en una opción habitual para quienes buscan algo más que un lugar donde comer.
La propuesta gastronómica se divide entre la cafetería, con una carta más informal que incluye raciones, bocadillos y pizzas, y el menú de salón, más orientado a una cocina tradicional y cuidada. Esta distinción permite atender a distintos públicos sin perder calidad ni personalidad.
La selección de ingredientes es otro de sus pilares. Apuestan por productos locales y de confianza, combinados con materias primas nacionales e internacionales que garantizan el sabor y la frescura en cada plato. «La gente quiere comer bien y a buen precio», afirma Jose Javier, reflejando la filosofía que guía su cocina.
En la carta de vinos destaca la colaboración con bodegas de la D.O. Campo de Borja, una muestra más de su compromiso con el producto de proximidad y con ofrecer a los comensales una experiencia completa, desde el primer bocado hasta el último brindis.
El Viejo Roble no necesita grandes campañas de publicidad. Su mejor carta de presentación es la satisfacción de sus clientes, que han convertido el boca a boca en su principal canal de crecimiento. A base de esfuerzo, constancia y buen hacer, este restaurante ha sabido consolidarse como un clásico con alma en la escena gastronómica zaragozana.
Dirección: Calle Orión, 6-8-10, Zaragoza
Teléfono: 976 530 410