Fundado en 1950, el antiguo Garaje Aragón de encuentro de los pocos que podían presumir de moverse por Zaragoza sobre cuatro ruedas. Ofrecía un tres por uno: taller, aparcamiento y lavado de coche, siempre a mano. Uno cruzaba la barrera de aquella gigantesca nave y se limitaba a dejar sus llaves a uno de los empleados, que se encargaría de sacar brillo a su vehículo y dejarlo como nuevo.
Fue un negocio muy próspero desde los 60 a los 90, sobre todo desde la llegada de la democracia y el incremento, lentamente, del poder adquisitivo de las familias.
Pero las cosas fueron cambiando y la crisis no pasó de largo por este establecimiento, que echó el cierre en febrero de 2015 tras 65 años de trabajo ininterrumpido.
Dirección: Paseo de la Mina 23, contiguo a la iglesia de San Miguel de los Navarros