El Gobierno de Zaragoza ha aprobado este viernes la reforma integral de la Avenida Valencia, uno de los principales ejes de la ciudad. La obra, presentada por la alcaldesa Natalia Chueca y el consejero de Urbanismo Víctor Serrano, supondrá una inversión de 6,8 millones de euros y tendrá un plazo de ejecución de 12 meses. Si la tramitación administrativa sigue el ritmo previsto, las obras podrían empezar a finales de 2025 y coincidirán en 2026 con otros proyectos como la reforma del Coso y la calle San Miguel.
Chueca ha explicado que el objetivo de la reforma es lograr una avenida más amable, accesible y segura, con nuevos espacios de descanso y áreas peatonales, al tiempo que se asegura la movilidad en esta arteria clave para la circulación urbana. El proyecto, consensuado con vecinos y negocios de la zona, se extenderá a lo largo de 14,000 metros cuadrados desde el cruce con Goya hasta Corona de Aragón. Entre las principales mejoras, se creará una nueva plaza arbolada con juegos infantiles y bancos entre las calles Juan José Lorente y Fueros de Aragón, donde actualmente se ubican coches y motos, y se ampliará la zona en la intersección con Tomás Bretón.
La avenida mantendrá tres carriles de circulación (dos en sentido subida y uno exclusivo para el bus en bajada), aunque el carril bus se prolongará hasta la Avenida Goya, eliminando la desviación actual por Fueros de Aragón. Esto permitirá destinar ese espacio a la nueva plaza peatonal y eliminar el acceso desde Avenida de Valencia hacia Fueros de Aragón y la calle de Lérida. Además, se instalarán nuevos pasos de peatones en puntos críticos y balizas luminosas en los cruces del carril bus para alertar a los peatones cuando se aproxime un autobús.
La avenida será reconfigurada con aceras más accesibles y protegidas del tráfico por una banda vegetal que recorrerá toda la calle, mejorando así la seguridad y la calidad ambiental. Las zonas verdes estarán compuestas de plantas arbustivas para reducir el consumo de agua y favorecer el desarrollo de un ecosistema natural que retenga humedad y controle plagas.
En total, se plantarán 96 nuevos árboles y se dispondrán áreas de descanso a la sombra para revitalizar la vida social y el comercio local.
El carril bici se trasladará al lado de los números impares, a nivel de acera y separado de la zona peatonal y del tráfico por el parterre vegetal y la línea de árboles. Además, la reforma implica una renovación total de las redes de suministros: se sustituirán las tuberías de agua potable (incluyendo una conducción arterial de un metro de diámetro) y la red de saneamiento. El alumbrado público será actualizado a tecnología LED, proporcionando mayor seguridad y eficiencia energética.
Natalia Chueca ha destacado que esta es una de las grandes reformas del siglo XXI en Zaragoza, diseñada para lograr una avenida «más humana, segura, verde y sostenible».