Plaza del Portillo

Sería muy raro y quizás torpe que hiciéramos un recorrido por la parte antigua de Zaragoza y excluyéramos a la Plaza del Portillo, destino obligado y conveniente para el visitante que busca experimentar el ambiente humano y visual y extasiarse en el entorno del Casco Histórico.

Esta plaza sorprende por su forma irregular, muy diferente de la delimitación, generalmente cuadrada o rectangular, de las plazas tradicionales. Tampoco es habitual encontrar en Zaragoza la esencia de su ambiente popular, su resistencia de barrio sin imposturas.