Zaragoza tiene la riqueza de disponer de algunos lugares que mejoran con el paso de los años. Muchas veces olvidados, algunos tienen, además, el plus de haberse modernizado sin excesos, para ponerse al día con la exigencia de calidad y buenos productos que pide la clientela. Uno de estos casos es El Fuelle.
Ubicado en una de las zonas más carismáticas y emblemáticas del Casco Viejo, este local es una visita obligada para el viajero que quiera conocer la gastronomía más típica de Aragón.
Este restaurante situado en la calle Mayor cuenta con más de 30 años de historia elaborando la auténtica cocina aragonesa con un horno de leña y un gran fogón-parrilla con los que elaboran carnes a la parrilla y asados.
Juega en la liga de esos restaurantes tradicionales, honestos, sin más pretensiones que conseguir que pases un rato animado.
Parece mentira lo fácil que es dejar contentos a los comensales con pequeños detalles y, sobre todo, con una cocina auténtica y hecha con cariño.
Es uno de esos lugares del pasado en medio de la ciudad que parece mentira que hayan sobrevivido a los envites del progreso.
La decoración y el ambiente de este local sumergen a sus clientes en todo un viaje temporal y sensorial por el pasado, las costumbres, la artesanía y la cocina aragonesa.
Su fuerte es la reproducción de los platos de abuelas y madres con un producto de primera y un espíritu generoso.
El ambiente de taberna antigua, los camareros hiperactivos y unos platos deliciosos son motivos suficientes para decidir que volveréis. Pero antes, acabaros las migas de la casa, la sopa de ajo, el entrecot de buey o el ternasco de Aragón a la brasa.
Los postres son caseros, variados y muy bien presentados. En el capítulo de vinos hay que destacar un esfuerzo de imaginación y buen gusto. Hay propuestas de diversas DO y no se limitan a los vinos ‘caros’.
En resumen: cocina y cocineros de siempre, platos de siempre, camareros y atención como casi nunca … Y todo en un ambiente de gran belleza, donde las paredes lucen una pinacoteca de gran valor artístico.
La atención que ponen en los platos lo hace diferente y superior a mucha de la oferta aragonesa existente en la ciudad.
El secreto del éxito del Fuelle es no tener secretos: la comida es simple pero sabrosa, el servicio atento, y los precios muy razonables. Nada más, y nada menos.
Dirección: Calle Mayor, 59
Teléfono: 976 398 033
Sitio web: http://www.el-fuelle.com/