En el Museo del Teatro de Caesaraugusta se expone el fragmento de una escultura correspondiente a un torso femenino realizado en gran tamaño, 75 cm de alto por 88 cm de ancho, esculpido en mármol blanco procedente de una cantera de Saint-Béat, en el Pirineo francés.
Con estas dimensiones se puede pensar en una colosal escultura de unos 3 metros de altura, que se ha identificado con la diosa Roma, símbolo del estado y pueblo romano.
El estudio del fragmento y el conocimiento que se tiene de otras esculturas de la diosa Roma, hace pensar que la de nuestro teatro lleva la indumentaria propia de las amazonas, mujeres guerreras de la mitología clásica.
Túnica a la altura de la rodilla, bandolera que cruza el pecho, el seno y el hombro derechos al descubierto y un manto corto recogido en el hombro izquierdo con un broche (fíbula) circular. Con el aspecto de una guerrera victoriosa, portaría casco, espada corta, lanza y escudo.
Dado que solo la parte posterior está desbastada con punzón, parece ser que fue destinada a ser vista de frente, probablemente estuviera colocada en la fachada que cerraba el escenario como si fuera un telón de fondo a la espalda de los actores, un gran decorado con columnas y esculturas de dioses, diosas y de la familia imperial, el majestuoso frente escénico.
Pero esta escultura va más allá de ser un mero adorno en el edificio del teatro. Forma parte de la propaganda política imperial lanzada sabiamente por el emperador César Augusto. De la mano del Imperio llega la fundación del culto imperial, a la vez que se potencia el culto a la diosa Roma. Este último había sido un culto común en las provincias orientales del Imperio desde su conquista en el S.II a.C. Las ciudades griegas demostraban así su fidelidad a la potencia conquistadora. Grecia ofrecía lealtad y sumisión y Roma seguridad y prosperidad.
Una vez instaurado el Imperio, primero las ciudades griegas y luego las del occidente romano, levantan templos con las imágenes de la diosa Roma y Augusto, como unión simbólica del princeps con su pueblo.
Y el culto a la diosa Roma queda asociado al del emperador. Esta unión justifica, legitima y refuerza el poder del emperador, los dioses están con él. Augusto, al igual que pretende que ocurra con sus sucesores, se ubica en una esfera celestial. Superior al resto de hombres y mujeres, se convierte en mediador de los dioses y en garante de la paz, prosperidad, salud pública y bonanza de su pueblo.
El culto imperial se extenderá por todas las tierras conquistadas, proporcionando unidad y cohesión al Imperio. Quien se adhiere al culto imperial, se adhiere a la política del emperador.
¿Y el Teatro de Caesaraugusta qué tiene que ver con todo esto?. Cabe pensar, como hipótesis, que las esculturas de la diosa Roma y de un emperador, como Augusto, se alojarían en un lugar destacado del frente escénico del teatro de Caesaraugusta.
La ciudadanía adoraba a sus dioses y mostraba respeto y fidelidad a la casa imperial. Es la sacralización del poder y de su mayor representante, el emperador.
Museo del Teatro de Caesaraugusta
Dirección: Calle San Jorge 12-14
Teléfono: 976 726 075
Sitio web: http://www.zaragoza.es/ciudad/museos/es/teatro
Horarios: De martes a sábado, de 10 a 14 y de 17 a 21 h. Domingos y festivos de 10 a 14:30 h.