Zaragoza es una ciudad con una rica historia de más de 2.000 años. Para conocer sus orígenes nos tenemos que remontar al año 14 antes de cristo, cuando el emperador César Augusto, decidió fundar una nueva ciudad en el emplazamiento del asentamiento ibérico de Salduie.
Caesaraugusta, la actual Zaragoza, es una de las pocas ciudades romanas que tuvo el privilegio de llevar el nombre de su fundador.

El teatro de Zaragoza fue uno de los mayores de toda la Hispania Romana. Sus 7.000 metros cuadrados y su capacidad para 6.000 espectadores en una urbe de unos 20.000 habitantes nos indican la importancia que los espectáculos teatrales tenían en el mundo romano. Si bien, todos los vecinos de Caesar Augusta entraban gratis a su teatro, símbolo de prosperidad de la urbe.
La construcción del teatro comenzó en la época del emperador Tiberio (14-37 d.C.), siguiendo el modelo del Teatro Marcelo de Roma, y las obras se prolongaron hasta el gobierno de Claudio (41-54 d.C.).
El edificio se levantó en un solar llano, siguiendo la costumbre romana.
Su estructura, formada por anillos concéntricos reforzados por muros radiales, está construida en aglomerado de hormigón de cal y canto y recubierta con placas de piedra caliza.
Al no apoyar su graderío en ninguna colina, se creó un sistema de galerías abovedadas que permitía la circulación interior.

La cavea (o graderío) estaba dividida en tres zonas superpuestas siguiendo un orden estricto, con los más pudientes acomodados cerca del escenario y el resto alejándose según su estatus social.
Tras el pretil (balteus) de separación de la orchestra se disponía un pasillo (praecintio) que comunicaba con la parte baja o ima cavea.
Desde los vomitoria se accedía por un segundo pasillo a la media cavea, desde las escaleras de las galerías superiores (no conservadas) se subía a un pasillo que permitía el acceso a la summa cavea.
Varios tramos de escaleras recorrían cada una de las tres zonas creando sectores.
En el lugar central y más bajo del edificio se situaba la orchestra, espacio central en el teatro griego, pero que en el teatro romano quedó reducido por el escaso papel que desempeñaba el coro en la dramaturgia latina.
El Teatro de Caesaraugusta era el único de Hispania con una fosa bajo el escenario que cobijaba la maquinaria escénica y permitía el acceso de los actores en ciertos momentos de la obra.
La fachada que cerraba la escena era el elemento arquitectónico más vistoso del teatro, pues no sólo era el marco fastuoso que acogía la representación, sino también el lugar en el que la ciudadanía rendía culto a la Casa Imperial y a sus divinidades. La decoración arquitectónica se resolvía en altura mediante dos pisos.

Del frente escénico del Teatro Romano de Caesaraugusta tan solo se conservan algunos restos escultóricos, como la cabeza de una princesa Julio-Claudia (esculpida en mármol blanco de Paros) o el torso monumental de la diosa Roma, dos capiteles corintios, fustes y basas de columnas.
Tras el cuerpo escénico del Teatro de Caesaraugusta se ha descubierto un espacio ajardinado de planta cuadrada, rodeado por un pórtico doble, de manera similar al del Foro de la ciudad, que estaría sostenido por columnas.
La presencia de este pórtico adosado al teatro de Caesaraugusta lo vincula con el conocido modelo de teatros urbanos que ofrecían a los ciudadanos una zona de reunión y esparcimiento.
La fachada exterior, de tres pisos y 22 metros de altura, fue construida con el sistema opus quadratum, un sistema constructivo romano que ponía sillares de piedra del mismo tamaño en hiladas, muchas veces sin utilizar mortero.
El Teatro de Caesaraugusta conserva buena parte de sus estructuras, como la cavea, la orchestra, el balteus, hyposcenium, la cripta y los espacios entre los muros radiales de la cavea, a pesar de haber sido reutilizado por diversas culturas posteriormente.
Durante sus más de 200 años de funcionamiento fue lugar de encuentro y esparcimiento de la sociedad zaragozana, ejerciendo un papel muy importante como transmisor de los valores culturales, políticos y religiosos del Imperio Romano.


La época de mayor esplendor del teatro corresponde a las dinastías Julio-Claudia y Flavia (siglo I d.C.).
En el siglo III d.C. fue abandonado como edificio de espectáculos, sus ruinas expoliadas como cantera para nuevas viviendas y sus muros y graderíos utilizados como cimentación de otras construcciones.
En el siglo X albergó un cementerio, probablemente cercano a alguna iglesia cristiana. Tras la conquista de Zaragoza por Alfonso I el Batallador en 1118, la zona se convirtió en el eje de la judería.
Los restos del teatro romano de Caesaraugusta quedaron sepultados bajo viviendas en el siglo XVIII y fueron descubiertos fortuitamente al iniciarse unas obras en la calle Verónica en 1972.



El Ayuntamiento de Zaragoza apostó por musealizar el conjunto, cubriendo los restos con una estructura para evitar su deterioro a causa de las inclemencias meteorológicas, a la par que se construía un museo que pusiera en contexto las ruinas que se habían conservado.
En el año 2003 se inauguró el Museo del Teatro Romano de Caesaraugusta.
El teatro es visitable, bajo una estructura que nos da una idea de la envergadura que pudo tener en la época en la que fue uno de los monumentos más importantes y populares de Caesaraugusta.
Junto a las ruinas, en la antigua Casa Zaporta, se distribuye la colección permanente del Museo del Teatro de Caesaraugusta y que muestra al visitante la importancia del monumento anexo y los restos encontrados durante su excavación. El acceso al museo se realiza desde la calle San Jorge.
El visitante es una parte activa dentro del discurso expositivo del museo, que gira en torno al edificio del teatro y a la ocupación del solar a lo largo de la historia.

Se analiza además el teatro como hecho cultural a través de los géneros dramáticos, los autores, los actores, el público que asistía a las representaciones y la vida social y política en época romana.
También se expone el fragmento de una escultura correspondiente a un torso femenino realizado en gran tamaño, 75 cm de alto por 88 cm de ancho, esculpido en mármol blanco procedente de una cantera de Saint-Béat, en el Pirineo francés.
Con estas dimensiones se puede pensar en una colosal escultura de unos 3 metros de altura, que se ha identificado con la diosa Roma, símbolo del estado y pueblo romano.


La última zona del museo muestra los aspectos esenciales de las distintas culturas (musulmana, judía y cristiana) que han poblado el solar del Teatro hasta la actualidad.

Desde el área de exposición de la planta baja se accede al exterior donde se encuentran los restos del Teatro accesibles al visitante.
El Museo del Teatro de Caesaraugusta, junto con los museos del Foro, las Termas Públicas y el Puerto Fluvial, forma parte de la Ruta por la antigua Zaragoza romana, un itinerario que te permitirá descubrir el pasado romano de la ciudad.
Museo del Teatro de Caesaraugusta
Dirección: Calle San Jorge 12-14
Teléfono: 976 726 075
Sitio Web: http://www.zaragoza.es/ciudad/museos/es/teatro
Horarios: De martes a sábado, de 10 a 14 y de 17 a 21 h. Domingos y festivos de 10 a 14:30 h.