La Muralla China de Finestras
La Muralla China de Finestras

La Muralla China de Finestras

La geografía aragonesa, tan caprichosa, tan irregular, nos regala a veces paisajes únicos. Y así sucede en Finestras, y su Muralla China.

La Muralla China de Finestras no es una construcción realizada por el hombre. En realidad, es una formación rocosa que se levanta del suelo como si de una gran muralla se tratase y que ha servido como parte clave en la contención del embalse de Canelles.

vista de la Muralla China de Finestras desde el embalse de Canelles

Su formación se debe al movimiento de las placas tectónicas que ha provocado que la piedra calcárea del terreno se levante en capas en forma de barrera vertical.

Esta espectacular muralla natural se encuentra en el término municipal de Viacamp, en la comarca de La Ribagorza, provincia de Huesca, y muy cerca del pueblo abandonado de Finestras, un lugar que en otro tiempo tuvo su población, su administración y una economía basada en el aceite y la agricultura.

Pero de aquel pueblo no queda nada. La construcción del embalse de Canelles en 1960 propició que Finestras, al igual que otros tantos pueblos de la provincia de Huesca, se despoblara.

El embalse hizo que sus campos se inundaran, provocando la quiebra del motor de su economía: la agricultura. Y lo hizo dejando tras de sí la estela de un pueblo fantasma, con calles conquistadas por la rabiosa naturaleza que se ha hecho dueña de empedrados y fachadas.

Pueblo abandonado de Finestras, muy cerca de la Muralla China de Finestras

el pueblo abandonado de Finestras

Finestras es un pueblo donde reina el silencio, en el que aún se puede observar el molino de aceite donde en otro tiempo se molía la aceituna y una iglesia ruinosa del siglo XVII que ha caído en manos del olvido. Y frente a este gran vacío, la muralla.

La mejor forma de acceder a la Muralla China de Finestras es desde Estopiñán del Castillo, uno de los pueblos más cercanos a la frontera natural que nos delimita con Cataluña.

Desde las afueras parte una pista que lleva al Puente de Penavera y que, en líneas generales, está en el suficiente buen estado como para hacerla andando, en bici o en coche.

La Muralla China de Finestras

La ruta es lineal, siguiendo simplemente la pista, sin pérdida posible, sencilla, prácticamente llana y con vistas recurrentes al embalse, lo cual ameniza el paseo, que dura aproximadamente una hora y nos deja en el mismo pueblo de Finestras.

Desde Finestras podemos tomar dos caminos (perfectamente señalizados) que nos conducen a sendas ermitas medievales: la de San Marcos y la de San Vicente. Ambas nos ofrecen vistas panorámicas excelentes de estas bellísimas crestas calcáreas.

La ermita de San Vicente es una construcción ruinosa que se levantó encima de un castillo de origen árabe, lo que demuestra el interés defensivo que esta muralla tuvo en la Edad Media.

Observar la Muralla de Finestras hace que en ocasiones uno tenga que pellizcarse para cerciorarse de que lo que está viendo es real. El movimiento de placas ha forzado que las estructuras de piedra queden perfectamente verticales, desafiando casi a la propia ley de la gravedad.

El embalse de Canelles también es el gran protagonista de la jornada. Se trata de la segunda presa más grande de la Cuenca del Ebro (sólo por detrás de Mequinenza) y hace de frontera natural entre las provincias de Huesca y Lleida.

Dado el creciente interés por este capricho natural de la comarca aragonesa de La Ribagorza, también existen empresas de alquiler de kayak para navegar por el embalse de Canelles y cruzar una de las ventanas o partes abiertas de la muralla.

No puede existir mejor Bonus track en este viaje que acercarse a las vertiginosas pasarelas de Montfalcó. Hay que aprovechar que estamos a escasos 15 kilómetros de uno de los mejores subidones de adrenalina para los amantes del senderismo poco convencional.

La ruta de las pasarelas de Montfalcó y el Congosto del Mont Rebei

Consideradas como las escaleras más vertiginosas de España desde su inauguración en 2013, el sendero une Montfalcó con el puente de Congost Mont Rebei.

El tramo de las escaleras comprende una subida de 83 metros de altura en tan solo 291 escalones y que poco a poco va descubriendo un paisaje desde lo alto sencillamente impagable.

Eso sí, no es apto para quienes no son capaces de controlar el miedo a las alturas.

 

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