El Monasterio de Cogullada se encuentra situado a unos 4 kilómetros al norte de Zaragoza, en el cercano al barrio rural de San Juan de Mozarrifar.
La tradición recogida por diversos autores, entre los que se encuentra Fray Diego Murillo (1616), habla del hallazgo de una imagen de María por una humilde mujer, guiada por el canto de una cogujada, avecilla denominada «cogullada» en la zona. Tras el descubrimiento, se habría construido una pequeña ermita en el lugar del hallazgo (año 637), a donde fue trasladada la imagen, venerándose bajo la advocación de Nuestra Señora de Cogullada.
En 1657, el canónigo de La Seo Claudio Mateo Sorbez, mandó construir el monasterio capuchino de Nuestra Señora de Cogullada, junto a la ermita preexistente. Allí se instituyó la Cofradía de Nuestra Señora de Cogullada y la Orden Capuchina, hasta el año 1835, cuando la Orden lo abandonó.
En 1896, pasó a manos de un grupo de monjes de la abadía benedictina francesa de Solesmes; y, en la primera década del siglo XX, el cenobio fue reformado profundamente.
Tras venderse la propiedad, la Entidad de Ahorros Ibercaja, compró las instalaciones, llevando a cabo obras de restauración que le dieron el actual carácter Neomudéjar.
En 1943, y por iniciativa de la C.A.Z.A.R., se funda la «Casa de Economía Rural de Nuestra Señora de Cogullada», primera escuela de formación de agricultores del país.
En sus visitas oficiales a Zaragoza, el monasterio ha sido residencia de Su Majestad Don Juan Carlos I y del anterior jefe del Estado, Francisco Franco, al igual que de otras personalidades, incluido el Premio Nobel de la Paz 1970, Norman Borlaug.
Dirección: Carretera de Cogullada, 127. Zaragoza