La Parrilla Albarracín ha renovado su interiorismo para adaptarse a los tiempos sin dejar de dar calidad en sus brasas y en su cocina de mercado.
Es un local familiar y para grandes mesas y eso genera un trasiego quizás perturbador los fines de semana pero aquí hay mucha honestidad, diligencia y un esmerado saber hacer que merece elogio.
Cocina basada en la tradición aragonesa donde el ternasco asado se presenta como uno de sus platos estrella de la casa.
Si no quieres aventurarte de primeras en sus salones, prueba cualquiera de sus raciones en la barra.
En sus platos se mezclan la tradición y la creatividad, basándose en materias primas de gran calidad y una exigente preparación. Producto máximo tocado de la mejor manera posible.
El pollo al chilindrón, el chipirón relleno de verduritas, pasas y piñones, la falsa pizza (la masa está hecha con torta de anís) de paletilla de ternasco con tomates confitados, las lascas de queso y sitakes o la chuleta de vaca a la parrilla con patatas panaderas y pimientos del piquillo, forman parte del ADN del restaurante Albarracín.
El ternasco lo trabajan incluso en bocadillo con originales combinaciones de ingredientes.
Además, la carta incluye un apartado de hamburguesas especiales de buey black agnus de Nebraska y de buey wagyu criado en Burgos.
Dirección: Plaza del Carmen 1, junto a la Calle Cádiz
Teléfono: 976 158 100