Recorrer el mudéjar de la provincia de Teruel es sumergirse en una fusión cultural profunda, que refleja la convivencia histórica entre las tradiciones cristiana e islámica. Este estilo único, caracterizado por el uso de ladrillo y cerámica en formas geométricas, junto a la carpintería policromada, encuentra en Teruel algunos de sus ejemplos más auténticos y bien conservados.
Teruel
La capital, Teruel, es un excelente punto de partida, ya que alberga algunas de las joyas mudéjares más destacadas de Aragón. Entre ellas, la Torre e Iglesia de San Pedro, construida en el siglo XIV, destaca como uno de los símbolos del mudéjar en Teruel. Su exterior está decorado con ladrillos y cerámica vidriada en patrones geométricos, mientras que en su interior se encuentran las esculturas de los Amantes de Teruel, protagonistas de una de las historias de amor más emblemáticas de la cultura local.
Otro de los edificios imprescindibles es la Torre del Salvador, también del siglo XIV, que combina la función de campanario y puerta de acceso a la ciudad. Su diseño geométrico en ladrillo y cerámica refleja la influencia islámica en el arte cristiano. A poca distancia se encuentra la Torre de San Martín, que comparte una estructura similar y se distingue por sus patrones en cerámica verde y blanca sobre ladrillo. La Catedral de Santa María de Mediavilla es otra parada obligatoria, especialmente su cimborrio y la techumbre policromada del siglo XIII, una muestra excepcional de la carpintería mudéjar que combina escenas cotidianas, motivos geométricos y figuras de animales.
Alcañiz
Continuando el recorrido, Alcañiz ofrece una parada en el Castillo de los Calatravos. Aunque en su mayor parte es una fortaleza gótica, cuenta con espacios mudéjares, especialmente en la iglesia y los salones, donde las yeserías y arcos evocan un estilo inconfundible.
Montalbán
En la comarca de las Cuencas Mineras, Montalbán es ideal para paseos tranquilos. La Iglesia del Apóstol Santiago, de los siglos XIII y XIV, combina piedra de sillar con ladrillo y cerámica, elementos esenciales del mudéjar. La parte superior, con un andador que le da un aspecto militar, ha sido reconocida como Monumento Histórico-Artístico.
Comarca del Jiloca
La comarca del Jiloca ofrece su propia ruta mudéjar, con torres como las de Báguena y Navarrete del Río. La torre de Báguena, de un mudéjar tardío, es un testimonio de la sobriedad y monumentalidad del estilo, mientras que la de Navarrete del Río destaca por su majestuosa estructura.
Este recorrido permite descubrir un Teruel mucho más allá de los iconos habituales, desvelando un mudéjar que ayuda a entender la identidad aragonesa y el patrimonio cultural único de la provincia. Teruel y su estilo mudéjar se entrelazan, mostrando cómo este arte define su esencia y legado.