En la jerga flamenca, ‘Trápala’ significa ruido o bullicio. Cristina Casadevall ha elegido este término para nombrar su marca de ‘sneakers’, que transforma lienzos en zapatillas. No se trata de zapatillas pintadas, sino del resultado de un proceso en el que los cuadros de la pintora se trasladan a un tejido. Con este material, mediante un largo y cuidadoso método artesanal realizado en España, se confeccionan pares exclusivos. Cada cuadro produce 50 pares, pero ninguno es igual.
Solo tres elementos permanecen: los logos en la lengüeta y el talón, y el rojo de la suela.
En Trápala, cada detalle es meticulosamente cuidado. No solo se enfoca en la estética, sino también en la comodidad, como demuestra la suela especial que se adapta a la huella del pie. «Quería un calzado para las 24 horas, que fuera igual de adecuado para el trabajo como para una fiesta».
Las Trápala se venden en varios modelos, según su altura: la ‘sneaky’ (baja), la BT8, BT12, BT17 y BT20, nombrados así según el número de ojales y, por tanto, su altura. Además de las decoradas con lienzos (las colecciones bajo el término ‘Colore’), también están disponibles con el logo de la marca: las Brandy.
El cliente puede elegir entre los modelos disponibles en la tienda o personalizar su propia combinación, que se confeccionará exclusivamente para él.
Dirección: Calle Méndez Núñez 19, Zaragoza
Sitio web: https://trapala.es/