En pleno corazón de Zaragoza, esta calle nos invita a adentrarnos en la parte antigua de la ciudad y a conocer muchos de sus secretos, mientras propone un sugerente diálogo con el presente.
La animada Calle Alfonso I se extiende por 450 metros, desde el Coso hasta la Plaza del Pilar. Subirla o bajarla, recorrerla en toda su extensión nos hace viajar entre estilos arquitectónicos, escultóricos y ambientales de alto valor cultural y patrimonial.
Se trata de un recorrido bullicioso donde vienen y van turistas y lugareños, más que mirando escaparates, mirándose y dejándose ver, parados en una esquina, sentados en un poyete comiendo pizza o un helado mientras suena la música de algún grupo callejero.