Un clásico para comer el auténtico bocadillo de calamares de Zaragoza.
Pared alicatada, luz cegadora, espejos coloreados de raciones, camareros cantando el pedido y montañas de calamares ya rebozados aguardando el aceite hirviendo. Aquí, a pesar de que una larguísima barra metálica que atraviesa el espacio, lo complicado es hacerse un hueco.
El Calamar Bravo nació en la calle Moneva en 1967 y en 2009 se trasladó a la calle Cinco de Marzo, donde maños y visitantes siguen peregrinando para degustar el que muchos consideran como el mejor bocadillo de calamares del mundo.
Su bocadillo es austero, sin resquicio foodie, pero al final el más auténtico y genuino. Fritanga maña en vena, que no sabe igual si se toma fuera de este tipo de bares.
Su salsa brava es uno de los mayores secretos de la gastronomía aragonesa y una de las bases sobre las que se ha sustentado el éxito de este establecimiento.
El ideólogo fue Ramón Berna y poco después pasó a manos de su hija y su yerno, Joaquín Navarro. En 2004 se hacía cargo del negocio la tercera generación, encarnada en el nieto del fundador, también llamado Joaquín Navarro.
Esa misma salsa es la que acompaña a las patatas bravas, otro de los imprescindibles del Calamar Bravo. En su carta también encontramos mejillones, tortilla de patata y ensaladilla rusa.
No importa el día, el público siempre será de lo más heterogéneo. Cuesta encontrar sitio, pero merece la pena.
Uno de esos sitios donde los sabores permanecen y te sientes como en casa
Un espléndido lugar para empacharse de tradición zaragozana. Precios ajustados para los tiempos que corren.
Dirección: Calle Cinco de Marzo 14, Zaragoza
Teléfono: 976 794 264
Horario: De lunes a domingo de 11:00 a14:45 y de 18:00 a 23:15