40 años. Zaragozana. Mamen Marcén (Chica con Flequillo) se define como «una ilustradora por vocación en continuo aprendizaje, siempre tramando nuevas aventuras y personajes».
Tras cursar los estudios de Diseño de Interiores en la Escuela Superior de Diseño de Aragón y tras muchos años trabajando en una multinacional del diseño de mobiliario comercial, decidió dedicarse a su gran pasión que es la ilustración.
Un paso importante en su carrera fue ganar el concurso del cartel de las fiestas del Pilar de 2018. Le dio mayor proyección y satisfacción personal al ser Zaragozana.
La mayor parte de su trabajo está enfocado en el álbum ilustrado infantil en la que afortunadamente en estos últimos años ha conseguido hacerse un hueco y cuenta ya con unos cuantos álbumes publicados.
También ha participado en diferentes proyectos como el Festival Asalto, Museos de Zaragoza, colaboraciones para el Ayuntamiento y recientemente ha expuesto en el Centro de Historias su instalación ‘Adormilados’.
Cuéntanos a qué te dedicas en la actualidad, cuáles son tus frentes abiertos ahora mismo
Ahora mismo estoy con varios proyectos editoriales, compaginándolos con colaboraciones para el Ayuntamiento, Museos… y en proyecto tengo la publicación de mi primer cómic con una conocida editorial Aragonesa.
¿Cuándo empezaste a dibujar?
¡No lo recuerdo! Jaja. De niña siempre me recuerdo dibujando. Al ser hija única pasaba muchas horas en mi mundo y me entretenía dibujando personajes.
¿Siempre tuviste claro que querías dedicarte a la ilustración?
Siempre me gustó pero sólo lo veía como un sueño, una posibilidad lejana. Fue después de años en el mundo laboral, cuando me di cuenta de que para mí dibujar era una necesidad y tenía que intentarlo. Aunque es como una carrera de fondo, a veces tengo que pellizcarme para darme cuenta de que lo estoy consiguiendo.
¿Cuáles fueron tus primeros pasos como ilustradora?
Después de una etapa de formación, mis primeras incursiones a modo profesional fueron gracias a Isabel Ibor con su proyecto ‘Háblame de mí’ e ilustrando el álbum de Anita de Arbués, ‘Yo no quiero ser princesa’. A las dos les estaré siempre agradecida por haber confiado en mí para sus proyectos.
¿Qué es lo que más te gusta dibujar?
Lo que más me gusta dibujar son escenas en las que haya pequeños detalles y que cuenten una historia.
¿Cuáles son los temas recurrentes en tu obra?
Aunque intentara lo contrario, mis personajes siempre acaban siendo tiernos y achuchables.
¿Cómo definirías tu estilo de ilustración?
Me cuesta definir mi estilo… creo que es una mezcla de diferentes influencias, como series de animación, otros autores que me gustan y la cultura japonesa. En mi adolescencia era otaku, así que aunque mis ilustraciones no son manga ni kawaii, tienen ciertos toques que se reflejan en los ojos grandes o en las expresiones de mis personajes.
¿Qué es para ti lo más importante a la hora de plantearte una ilustración?
Lo más importante es que la ilustración cuente algo. En un álbum intento que sólo con la imagen se entienda la historia. Otra cosa muy importante para mí, es el color. Los colores transmiten emociones e intento que reflejen el tono emocional de la ilustración.
¿Cuál es tu ilustración favorita?
Mis ilustraciones favoritas son las que realicé para ‘Adormilados’. Tenía la idea de lo que quería reflejar y el acabado final fue el que buscaba. Además era en un formato mayor del que suelo trabajar.
Y cuál fue un reto
El mayor reto también ha sido el ejecutar la instalación “Adormilados”. En ella combinaba diferentes técnicas para dar vida al mundo imaginario que tenía en mi cabeza.
¿Crees que tu presencia online (blog, redes sociales…) han ayudado a que se conozca tu trabajo?
Sí, han ayudado mucho porque me han dado mucha visibilidad y son un escaparate en el que mostrar tu trabajo.
¿Cuál ha sido tu último trabajo?
Mi último trabajo publicado ha sido el cuento de Navidad ‘Los besos que sellaron las cartas de Santa Claus’ escrito por Ana Moreno (The big bag teacher). Próximamente se va a publicar ‘Un extraordinario don’, es un álbum en el que se cuenta la vida desde niño de Hector Cabrera, atleta paralímpico de lanzamiento de jabalina.
¿Hacia dónde te gustaría dirigirte en un futuro?
Ahora mismo estoy muy enfocada en el álbum infantil y tengo como sueño próximo lanzarme a editoriales internacionales. Por otro lado, me gustaría seguir trabajando en nuevas instalaciones expositivas donde mostrar a mis personajillos.
¿Crees que Zaragoza es una buena ciudad para desarrollarse como ilustrador?
Si, en mi caso he recibido mucho apoyo. Somos muchos ilustradores e ilustradoras zaragozanos y se nos tiene muy en cuenta.
¿Qué te atrae de Zaragoza? ¿Qué te hace quedarte en ella?
Es mi ciudad y me gusta, está mi familia y amigos. Es una ciudad con mucho ocio y propuestas culturales y al mismo tiempo no es una ciudad gigante que pueda llegar a agobiar. Además creo que ahora gracias al teletrabajo y a la facilidad de comunicación no es estrictamente necesario desplazarse para conseguir clientes de cualquier parte del mundo.
¿Tienes algún barrio favorito?
Mi barrio favorito es el casco histórico. Me encanta pasear, tapear y perderme por sus calles y plazas más conocidas.
¿Cuál es tu sitio favorito para tomar un café?
Me gusta mucho el Botánico, el sitio es muy acogedor y me encanta el olor a bizcocho que desprende nada más acercarte.
Un restaurante
Es muy difícil quedarme sólo con uno… pero de mis favoritos es Distrito México. Nunca fallan sus tacos y su michelada.
Un lugar para tomarse un trago
La Casa Magnética. Es un sitio muy auténtico, donde puedes escuchar buena música. Con ganas de que puedan volver a abrir.
¿Cuál es tu museo o sala de exposiciones preferida?
Tengo un cariño especial por el Centro de Historias de Zaragoza. Además de darme la oportunidad de exponer allí, también fueron de los primeros en confiar en mí para otros trabajos.
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