En Zaragoza hay una especie urbana aún por catalogar: los ‘terraceros’. A los ‘eternamente jóvenes’ y a los ‘hípsters’ se suma esta nueva horda de individuos que no renuncian a la libertad del aire libre ni en enero. Los reconocerás por su inseparable chaqueta, sus brazos cruzados para protegerse del viento y, muchas veces, por llevar un cigarrillo en la mano.
Pero no te asustes, los tiempos en los que los ‘terraceros’ tenían que luchar contra las condiciones climáticas por conservar su preciado sitio han terminado.
Te proponemos unos cuantos bares y restaurantes donde seguir disfrutando de todo lo bueno de las terrazas en el gélido invierno.