En Zaragoza hay una especie urbana aún por catalogar: los ‘terraceros’. A los ‘eternamente jóvenes’ y a los ‘hípsters’ se suma esta nueva horda de individuos que no renuncian a la libertad del aire libre ni en enero. Los reconocerás por su inseparable chaqueta, sus brazos cruzados para protegerse del viento y, muchas veces, por llevar un cigarrillo en la mano. Pero no te asustes, los tiempos en los que los ‘terraceros’ tenían que luchar contra las condiciones climáticas por conservar su preciado sitio han terminado.
Te proponemos unos cuantos bares y restaurantes donde seguir disfrutando de todo lo bueno de las terrazas en el gélido invierno.
La Belle Epoque
Algo tiene la luz de La Belle Epoque. Siempre quieres volver. Una iluminación discreta que emana de originales lámparas baña este local de mesas metálicas y suelos de madera.
Desde el desayuno hasta la primera copa de la noche. Se ha convertido en punto de reunión informal para la gente bien de la zona centro (sobre todo, treintañeros).
Aunque su punto fuerte es sin duda su terraza, perfectamente climatizada para el invierno.
Dirección: Avenida Cesáreo Alierta 14
Aires del Sur
Aires del Sur es una taberna alegre y simpática que sirve tapas andaluzas, especialmente de Huelva, en un ambiente ecléctico. Su especialidad desde que abrió hace cuatro años en la calle Cádiz es un jamón ibérico excepcional.
El local admite cualquier encuentro: un picoteo en su amplía barra bien acompañada de mesas altas, una cena formal en el comedor y dos terrazas (interior y exterior para fumadores).
En Aires del Sur también podemos saborear embutidos ibéricos, mojama, un pan de hogaza troceadas en 4 partes para compartir, exquisitas gambas blancas de Huelva, etc… y todo ello acompañado por una bodega convincente con referencias de prestigio.
El buen trato y la heterogeneidad de las propuestas quizás sean las claves de su éxito.
Su pequeña terraza es ideal para disfrutar de un momento de relax, felicitándote por haber descubierto uno de los rincones más sorprendentes de Zaragoza.
Dirección: Calle Cádiz 9
Terraza Libertad 6.8
La ubicación lo es todo. Y este clásico del Tubo tiene, quizá, una de las más deseadas terrazas de la ciudad. En épocas como la primavera, es un privilegio sentarse en esta terraza en medio del Tubo y con vistas a la torre mudéjar de la iglesia de San Gil, leer el periódico y tomar un café o una copa.
Tienen una excelente coctelería y un amor especial hacia los gin-tonics que comprendemos a la perfección. Lo más interesante es sentarse al caer el sol e ir viendo cómo la fisonomía de todo el conjunto va cambiando a medida que avanza la noche.
Su terraza, con estufitas, parasoles y un muro de protección, es uno de los pocos sitios donde se puede cenar al aire libre sin que los que pasan por allí piensen que has perdido una apuesta.
Dirección: Calle Libertad 6-8
El Ciclón
Situado justo al lado de la Plaza del Pilar, en el local que ocupó durante más de 100 años el antiguo Bazar El Ciclón en el Pasaje de la Industria y del Comercio, el restaurante el Ciclón reabrió las puertas en octubre del 2017 apostando por una cocina de autor elaborada con ingredientes de temporada, próximos y de calidad.
Estéticamente, se ha potenciado el aire industrial (no olvidemos que estamos en el Pasaje de la Industria) pero sin renunciar a la calidez que dan los muebles antiguos originales de los antiguos almacenes, que tan de moda están ahora en ciudades como Londres, Milán o Barcelona y los toques retro “vintage”.
Pensada para aguantar todo el año sin que nadie muera de frío, su terraza ya hace tiempo que está cubierta y con calefacción, una opción cada vez más común entre los locales que no quieren sufrir más bajas de las necesarias entre su clientela fumadora.
Dirección: Pasaje del Ciclón, Plaza del Pilar 10
Jena Montecanal
El Jena es un clásico vivo de los bocadillos en nuestra ciudad. El Jena es tan chulo que a veces te hace pensar que estuvieses en un decorado, con su plaza llena de gente, su carta escueta pero cuidada y la propia estructura del local, en una casita de dos plantas con una terraza que no tienen rival.
Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas, pero sobre todo buen producto a precio asequible. Su especialidad son las hamburguesas, bocadillos y entrantes “gourmet”, elaborados con productos de primera calidad. Cuando nos referimos a cocina gourmet, rápidamente nos vienen a la cabeza imágenes de platos sofisticados, con complejas e impactantes composiciones.
Su ubicación es magnífica, rodeada de plantas y vegetación. La terraza está cubierta y climatizada para garantizar comodidad durante todo el año sin preocuparse por el frío.
Dirección: Avenida de la Ilustración 14
Cafetería San Siro
Abierto desde 1969, el San Siro es un clásico a la hora del aperitivo y cuando cae la tarde. Precios ajustados, generosidad con las tapas, cañas estratosféricas y un calor especial. Tienen una excelente coctelería y un amor especial hacia los gin-tonics que comprendemos a la perfección.
Para comer ofrecen un repertorio de tradicional de tapas y platillos, sobre todo. Cosas como la tortilla, las gambas rebozadas y, por supuesto, las empanadillas de atún. Todo es excepcional. El estilo de cocina es contemporáneo, basado en la tradición culinaria de Aragón y próximo a todo el público. El ambiente es de lo que antes se llamaba de “jóvenes profesionales”, pero que ahora, más que una casta fruto del liberalismo, parece una especie en peligro de extinción.
El local es muy, muy agradable y tiene una terraza espléndida. No te quedes con las ganas y ves a conocerlo.
Dirección: Calle Joaquín Costa, 3
La Lobera de Martín
Desde su ubicación en la Plaza de España, la Lobera de Martín ofrece los productos que le convirtieron en uno de los restaurantes más solicitados de Zaragoza: magníficos chuletones y solomillos de buey, perdiz escabechada, bonito del norte con piquillos, tortilla de patatas, estupendos ajetes tiernos y trigueros a la plancha.
La Lobera de Martín es un establecimiento que destaca por disponer de un producto de la mejor calidad, elaborado de forma sencilla (a la brasa, al horno, a la plancha…) y con unos resultados sensacionales. El muy recomendable menú degustación incluye una gran variedad de productos, como ventresca, pimientos, foie, cocochas de merluza o costillas de lechal de una calidad difícilmente superable en la ciudad y que son todo un espectáculo para los sentidos.
Si vamos a la carta y tu bolsillo te lo permite, prueba el “tremendo chuletón de buey”, suficiente para dos o tres comensales. Su terraza es una forma elegante y con estilazo de disfrutar de los soportales y la animación de la Plaza de España a unos cuantos metros por encima de la realidad. Para escuchar los pajaritos, comer de maravilla y quedarse en un estado de reposo cercano al ensimismamiento.
Dirección: Coso 35, Centro Comercial Puerta Cinegia
Il Panettone
Situada en la céntrica calle Bolonia, la cafetería Il Panettone es el establecimiento con la mejor relación calidad-precio de la zona. Es uno de esos lugares donde parece que el tiempo se haya detenido años atrás, cuando todo era más sencillo y la gente no tenía tanta prisa.
Tanto en la agradable terraza como en el interior se sirven tostadas, hamburguesas, bocadillos, sandwiches, ensaladas y otros platos sencillos.
El espacio es sencillo, hipster sin excentricidades, un lugar fotogénico que no te hace sentir incómodo y sirve uno de los mejores desayunos de la zona.
Su terraza, tranquila y muy verde, es uno de los lugares más frescos y deliciosos de la ciudad. Sentaos y disfrutad del espectáculo de un día cualquiera con la compañía de un aperitivo y una caña.
Dirección: Calle Bolonia 11-13
Montal
Uno de esos locales que enraízan la historia de la ciudad pero que tienen los pies puestos en el presente y la mirada en el futuro es el de Alimentación Montal. Desde 1919 Montal ha apostado por la gastronomía y la alimentación de calidad desde su privilegiada posición en Calle Torre Nueva, 29, en la Plaza San Felipe.
Montal es tan chulo que a veces te hace pensar que estuvieses en un decorado, con su plaza llena de gente, su carta escueta pero cuidada y la propia estructura del local, en una casita de dos plantas con una terraza y un patio interior que no tienen rival.
Una terraza desde la que tomarse algo mientras te relajas mirando la Iglesia de San Felipe, el Museo Pablo Gargallo o el Torreón Fortea. Para escuchar los pajaritos, comer de maravilla y quedarse en un estado de reposo cercano al ensimismamiento.
Dirección: Calle Torre Nueva, 29 / Plaza San Felipe
Taberna 1941
Su especialidad, tratándose de una taberna gallega, es el pescado y el marisco. Boquerones en vinagre, chipirones, pulpitos a la plancha, mejillones, berberechos, zamburiñas, almejas, calamares, ostras, percebes, navajas y, por supuesto, su pulpo.
De la cocina no paran de salir platos mastodónticos de pulpo a feira. La ración es una animalada y el pulpo está tan bien cocido que hay aplausos. Hay locos del tema que aseguran que es el mejor pulpo a feira de la ciudad. Sus fritos –viscosos como Dios manda– os reconciliarán con el colesterol.
Otra de sus especialidades son las carnes a la brasa, sobre todo el chuletón, el secreto ibérico y la presa ibérica. Quizá no son tan comunes pero no perdáis tampoco la ocasión de probar las empanadas. Las elaboran a diario y hay de muchos sabores, como de zamburiña, de bogavante o de carne con manzana.
Su terraza es muy importante: comer con esta relación calidad-precio, desde una perspectiva única de la Plaza de España, no se paga.
Dirección: Calle Mártires 2, justo en la Plaza de España
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