La Antigua Estación de Utrillas
La Antigua Estación de Utrillas

La Antigua Estación de Utrillas

La Antigua Estación de Utrillas conoció su momento de esplendor en 1865, cuando se construyó una estación de ferrocarril con el nombre de Cappa, por ser éste su impulsor. León Cappa y Béjar era un ingeniero y diputado a Cortes que en 1857 había recibido una concesión del Estado para instalar una línea de Zaragoza a Escatrón y explotarla.

Fue impulsor y pionero del ferrocarril de Zaragoza al Mediterráneo y un activo hombre de negocios de la época. Preocupado por los yacimientos de carbón de Gargallo y Utrillas, llegó a equipararlos a los mejores de Inglaterra.

En 1894 funcionó provisionalmente como estación del trayecto Zaragoza-Barcelona, hasta que se construyó el empalme de Miraflores. Ya tenía como vecinos, la Granja Experimental y el Matadero Municipal.

La Chimenea de la Antigua Estación de Utrillas

En 1904 fue adquirida por la compañía Minas y Ferrocarriles de Utrillas, que la habilitó como terminal carbonera del ferrocarril de Utrillas-Montalbán, la línea que abasteció de carbón a Zaragoza durante mucho tiempo.

A pesar de su nombre oficial, la estación pasó a ser conocida popularmente como «de Utrillas» por su trayecto diario hacia las minas de carbón de esa localidad. Gracias al auge ferroviario nació el barrio zaragozano de Montemolín.

Aquella vía estrecha de 127 kilómetros sirvió para el traslado de minerales hasta que el tráfico por carretera fue dejando en desuso esta vía férrea, cada vez menos rentable. El último tren circuló desde esta estación el 15 de enero de 1966.

La Chimenea de la Antigua Estación de Utrillas
La simbólica chimenea de la antigua estación de Utrillas de Zaragoza suele estar ocupada por una pareja de cigüeñas.

De todo aquello solo han llegado hasta nuestros días dos bellos edificios pertenecientes a la estación y la chimenea, salvados por la perseverancia vecinal de las garras de la piqueta especuladora.

Los inmuebles, integrados plenamente dentro de las tendencias academicistas de mediados del siglo XIX, fueron restaurados en 1998 y convertidos en locales comerciales. La chimenea fue trasladada (en su emplazamiento original se encuentra ahora el centro comercial Utrillas).

Las 140 toneladas de chimenea se movieron con dos inmensas grúas para recorrer los cien metros hasta su emplazamiento definitivo, en el centro de la Plaza Utrillas.

Dirección: Plaza de Utrillas, Zaragoza

 

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