Barrio de Torrero

Las canteras y el cementerio impulsaron la creación de Torrero, cuyos orígenes se remontan a la construcción del Canal Imperial.

Inicialmente, el barrio se desarrolló en parcelas que eventualmente se fusionaron con las segundas residencias de la burguesía zaragozana en la zona de Venecia.

La construcción del cementerio en 1834 generó empleos y atrajo los primeros asentamientos.

La instalación de depósitos de agua cerca del barrio mejoró las comunicaciones y permitió la construcción del primer puente, facilitando la llegada del tranvía en 1906.

La cárcel, que reemplazó a la de Predicadores, comenzó a edificarse en 1928 y cerró en el verano de 2001.